El sábado por la noche el teatro Metropolitan estaba repleto de espectadores que se deleitaron con Bravísima. Pero hubo una persona que no fue con ganas de disfrutar del show, sino que fue directo a robar a los camarines. El delincuente se llevó un equipo de música del cuarto de Santiago Bal, pero quien más sufrió fue Matías Alé, que perdió ropa que trajo de sus vacaciones.
Las principales sospechas caen sobre un empleado de seguridad, con acceso ilimitado, que casualmente se desvinculaba esa noche. ¿Será justicia?