A sus 66 años y con su gran trayectoria, David Bowie no necesita demasiado para hacer grandes cosas. Tal es así que el cantante británico gastó unos 13 dólares para hacer el video de su nuevo sencillo Love is lost.
Según informó Sony, el fin de semana pasado, el artista escribió, editó y rodó el videoclip en un oscuro pasillo de sus oficinas en Manhattan, Nueva York. "El resultado de esta producción rápida es un gótico argumento de extraño movimiento ideal para Halloween", explicó la discográfica.
Su ayudante, Jimmy King, estuvo en la cámara, y su mejor amiga Coco Schwab colaboró con otros detalles. ¿Y en qué gastaron, entonces? En el USB donde descargaron el video, según afirmaron sus colaboradores.