Debido a las altas temperaturas, la crisis enegética y los cortes de luz subsiguientes, Fabio Cuggini optó por una original forma de no perder su día de trabajo.
El peluquero decidió debió trasladar los sillones de su salón a la vereda y así poder cortar el pelo con a la luz del día y en plena calle.
"Hace dos días que estoy sin luz y me indigna todo esto porque yo pago mis impuestos. Quizás algunos tomen esto como una nota de color, pero es para pensar. ¿A mí quién me paga el lucro cesante?", le dijo Fabio al noticiero de América desde la calle Lima 63, en el barrio de Monserrat.
"No soy yo solo, mis empleados también están perdiendo. En mi vida cerré el negocio, pero miren dónde terminé cortando. Escucho cada barrabasada de nuestros gobernantes, que me da mucha vergüenza, pero lo escuché hace treinta años, y nos vienen prometiendo, prometiendo, y nosotros somos el ganado", concluyó enojado.