Nació en México, pero Argentina lo adoptó rápidamente desde que dio los primeros pasos en su carrera artística. Consciente del camino que lleva recorrido, Felipe Colombo habló con Ciudad de aquel sueño cumplido que se gestó en los primeros años de su vida y el importante rol que tuvieron sus padres para convertirse en uno de los elegidos para grandes proyectos como ‘Chiquitas’ y ‘Rebelde Way’, entre otros.
Además, exteriorizó las sensaciones que le recorren el cuerpo cada vez que pisa un escenario.
“Disfruté mucho el trayecto. Las herramientas que te da trabajar Cris Morena son muy valiosas porque brindan un rigor que es fundamental para la profesión, más allá del momento, del éxito o fracaso que puedas llegar a tener”, se sinceró Felipe.
“La profesión es compleja. Tiene momentos muy buenos y muy difíciles. Es una carrera de resistencia y no de velocidad”.
“La profesión es compleja. Tiene momentos muy buenos y muy difíciles. Es una carrera de resistencia y no de velocidad. Entonces, aprender a disfrutar el camino, para mí, es importante”, agregó, sin ocultar ninguna cara de la moneda que lanzó al aire en la antesala de lo que sería su destino.
Además, el joven destacó la ayuda que recibió de Juan Carlos Colombo y Patricia Eguía, sus referentes y de quienes heredó esta pasión: “Mis papás son actores los dos y yo me crié en teatros. A los 6 años le dije a mi papá que quería actuar. En ese momento, creo que quería ser músico más que actor, entonces empecé a estudiar guitarra, a cantar y a componer cosas”.
“Mis padres me acompañaron mucho, sobre todo a los castings y a las grabaciones, y estuvieron conmigo. Eso fue muy importante para mí porque me dio mucha libertad de poder hacer cosas”.
“Después, empecé a ir a castings y me fui dedicando al teatro. En mi familia había una cosa muy permeable con respecto a la actuación. Creo que, al principio, a ellos le dio un poco de miedo y dudas porque no es una carrera fácil y mucho menos empezar de chico”, continuó.
Sin ocultar la felicidad que le significó seguir los mismos pasos que sus padres, Felipe no escatimó en halagos para ellos: “Me acompañaron mucho, sobre todo a los castings y a las grabaciones, y estuvieron conmigo. Eso fue muy importante para mí porque me dio mucha libertad de poder hacer cosas, trabajé mucho tiempo para Televisa y también sentí mucho respaldo del colegio porque de chico me empezó a ir bien y me ayudaron a no perder eso”.
“A los 12 años estaba haciendo una novela y no pude irme de viaje de egresados, por más de que lo había pedido, porque mi personaje había crecido y me pidieron que no me vaya”.
Y claro está que trabajar duro lo obligó a tomar decisiones que no fueron fáciles: “A los 12 años estaba haciendo una novela y no pude irme de viaje de egresados, por más de que lo había pedido, porque mi personaje había crecido y me pidieron que no me vaya”.
Y siguió: “Entonces, después de eso, paré y la secundaria la hice sin trabajar porque sentía que había cosas que iban a empezar a pasarme y quería que me pasaran. Ser actor de chico te da y te quita. Tres años más tarde, a los 15 años, tuve una decisión más firme de querer dedicarme a la música y a la actuación”.
“Ahora estoy haciendo ‘Edmond’ en el teatro Alvear que reabre sus puertas después de 10 años y es una noticia importantísima para todos los que nos gusta ver teatro. Estoy muy feliz y entusiasmado. Es una obra bellísima. Es una obra de teatro en el teatro y cómo se monta Cyrano de Bergerac, escrita por Edmond Rostand”, contó Felipe.
“En el proceso, me vino a la mente la imagen de la primera vez que entré a un escenario a los 7 años en un teatro hermoso. Tenía que ingresar a escondidas, vi al público y las luces, y tuve una sensación física. Yo soy muy mental y en el escenario me pasa físicamente, una sensación de ‘quiero hacer esto siempre, pase lo pase’. Ahí empezó y después vinieron otras cosas. Trabajé mucho tiempo en México, después paré, vino Chiquititas y cambié de país”, cerró el entrevistado, que sigue sumando capítulos a su historia de vida.