Quitar las rastas no necesariamente implicar cortar todo el cabello. Existen métodos y tratamientos que hacen posible la labor sin llegar a extremos. Aunque no hacen milagros; pues se necesita de tiempo y kilos de paciencia para lograrlo.
Abigale Sparks, profesora de infantil, de 20 años, de Centennial, Colorado, Estados Unidos, se encargó de quitarle las rastas a su novio, Willie, de 23 años, después de años con el mismo peinado.
Willie había estado llevado sus rastas durante los últimos cinco años y se sentía preparado para un cambio, así que pidió ayuda a su novia.
Abigale aceptó el reto y pasó dos días enteros seccionando el pelo, peinándolo y sometiéndolo a un tratamiento mechón a mechón, pero el resultado, mereció la pena.
Fuente DPA.