Con apenas dos años, este niño ya hace gala de sus habilidades con la moto y no hay nada le gusta más que ir a toda velocidad por las carreteras acompañado de sus padres.
Sam Schneider, de 27 años, de Panama City Beach (Florida, EE.UU.), ha estado entrenando a su hijo Ryder, de dos años, para que siga sus pasos como motorista.
Ryder se sentó por primera vez a los mandos de una moto cuando tan sólo tenía cuatro meses.
En cuanto el pequeño empezó a rodar por carretera, Sam supo que tenía un talento natural.
Fuente DPA.