La muerte de Michael Jackson levantó el velo de la siniestra vulnerabilidad que acompaña a la fama, relacionada con médicos personales que proveen a sus clientes célebres potentes medicamentos para calmar dolores de vidas tan excéntricas como solitarias.
Jackson, que murió el jueves a los 50 años en su casa de Bel-Air por un paro cardiaco, tenía un historial de uso de medicamentos recetados que se remonta a 1993, cuando las denuncias de abuso infantil lo arrasaron emocionalmente.
Los reportes de que el Rey del Pop recibió una inyección de un poderoso medicamento contra el dolor, el Demerol -narcótico sintético similar a la morfina- por parte de su médico personal poco antes de su muerte, disparó las especulaciones de que Jackson tenía a su alcance el suministro de remedios bajo receta.
Los narcóticos con receta médica son estrictamente controlados en Estados Unidos para el ciudadano común, debido al complejo sistema de seguros que cubre sus costos, por lo general mucho más caros que en el resto del mundo, pero varias muertes de ricos y famosos han demostrado cuán fácil les resulta contar con estas drogas en sus domicilios.
Según el amigo y confidente de Michael Jackson, el gurú new age Deepak Chopra, que estudió cardiología, en el mundo del entretenimiento abundan los médicos que comercian con el suministro de drogas a las celebridades.
"Hay una plétora de médicos en Hollywood que son vendedores ambulantes de drogas, son paladines de las drogas", dijo Chopra en una entrevista con CNN. "La única diferencia es que tienen una licencia médica", precisó.
Chopra habló del "enorme problema" que tiene Hollywood con los "médicos de famosos que no sólo inician a las personas en la experiencia de las drogas sino que los perpetúan en ese mundo al convertirlos en dependientes" de estas medicinas, tan adictivas como todas las drogas ilegales.
"Creo que esto es algo que realmente debería ser investigado porque es una enfermedad", agregó Chopra.
"La causa número uno de adicción a las drogas en el mundo, y particularmente en Estados Unidos, no son las drogas de las calles sino las recetadas que dan legalmente los médicos", denunció Chopra.
La relación fatal de drogas y las estrellas del espectáculo ha sido un cuento sin fin en Hollywood, con testimonios de actores y actrices que pasaron décadas lidiando con sus adicciones. Uno de los casos más recientes fue el del australiano Heath Ledger, que sucumbió en enero de 2008 en Nueva York tras consumir un coctel de somníferos, entre otros medicamentos.
Las circunstancias que rodean el fallecimiento de Jackson se comparan a la muerte en febrero de 2007 de la ex conejita de Playboy Anna Nicole Smith.
Smith murió también de una "sobredosis accidental de medicamentos" en un hotel en Florida. Una autopsia confirmó que esta polémica modelo había consumido una mezcla letal de varias medicinas que se consiguen sólo con prescripción médica.
El novio de Smith y dos de sus médicos personales están enfrentando en la actualidad un juicio en California, acusados de conspirar para proveer a esta chica rubia platinada medicamentos que sólo se adquirían con receta.
La agencia de medicamentos en Estados Unidos (FDA) manifestó el viernes su preocupación por el incremento de muertes por abuso de drogas, cuando empezaron las especulaciones sobre la relación entre los fármacos y la muerte de Michael Jackson.
"La desviación y abuso de drogas que necesitan prescripción son una amenaza a nuestra salud pública y seguridad, similar a aquella que representan las drogas ilícitas como la heroína y la cocaína", indicó Gil Kerlikowske, director de política de control de drogas.
El abuso de analgésicos con prescripción, estimulantes o tranquilizantes, ya sea hechos a base de opio o sintéticos, está aumentando en Estados Unidos.
Las últimas estadísticas disponibles, de 2005, muestran que ese año hubo más de 8.500 muertes por esa causa, un aumento de 114% con respecto a 2001.
(AFP)