Luego de dos años de relación, un compromiso público en noviembre y mucha expectativa, por fin llegó la boda Real del año.
El Príncipe Harry (33), hijo de Carlos y la recordada Lady Di, y la exactriz Meghan Markle (36) darán el sí el sábado 19 al mediodía.
La expectativa global es enorme, a pesar de que la ceremonia no tiene rango de Estado, como la de su hermano William (35) con Kate Middleton (36) en 2011. El hijo mayor del Príncipe y Lady Di es el segundo en la línea de sucesión al trono y, seguramente, será rey. Mientras que Harry ocupa el sexto lugar, tras el nacimiento de los tres hijos de su hermano.
La celebración se desarrollará en la capilla de Saint George, en Windsor, y tras varias idas y venidas será Carlos quien acompañará a su nuera al altar. Markle, por su parte, llega a la casa Real inglesa tras haber nacido en Estados Unidos (ahora tomó la ciudadanía británica) y luego de una exitosa carrera como actriz, que culminó con la famosa serie Suits. Además, ya estuvo casada con Trevor Engelson.
Uno de los detalles divertidos de la boda es que Harry invitó a tres de sus exnovias a su casamiento: Ellie Goulding, Chelsy Davy y Cressida Bonas.
Por otro lado, tanto el Príncipe como su futura esposa se pusieron a dieta y bajaron más de cuatro y ¡diez! kilos, respectivamente.
Lady Di, quien murió en París en 1997 tras un accidente automovilístico, estará simbólicamente "presente" en la ceremonia. Sus tres hermanos, Sarah, Charles y Jane, ocuparán un activo rol en la boda. Además, el anillo de compromiso de Markle tiene diamantes que pertenecieron a la Princesa. Tampoco faltarán las rosas blancas, las flores que prefería Diana.