La boda de Luciano Castro (41) y Sabrina Rojas (36) asombró a propios y extraños, ya que se dio hace dos semanas en el más estricto secreto. Tanta fue la reserva en la organización del enlace, que solo los más íntimos sabían del tema, e incluso ellos se enteraron a último momento, según contó la exparticipante de Bailando 2016.
En una nota con Los Ángeles de la Mañana, Rojas confesó: "Ni nuestras amigas ni nuestras mamás sabían, fue todo sorpresa". Ante la bronca de Ángel de Brito por no haber obtenido la primicia, Sabrina se justificó: "Fue medio a último momento y sorpresa porque Luciano venía haciendo todo de forma sorpresiva. Me tuvo que decir porque hay que hacerse análisis".
"Me dijo ‘tenemos que ir a hacer unos análisis de sangre, porque el viernes nos casamos’. Yo tampoco sabía. Fue hermoso".
Dado lo insólito del relato, la actriz explicó cómo fue que ella misma fue notificada respecto del gran paso que estaba a punto de dar de la mano del protagonista de Los ricos no piden permiso: "Me dijo ‘tenemos que ir a hacer unos análisis de sangre, porque el viernes nos casamos’. Yo tampoco sabía. Fue hermoso". De todas formas, el matrimonio era algo pautado hacía tiempo por la pareja, y ella quedó muy feliz: "Lo habíamos hablado y decíamos que teníamos ganas de casarnos antes de irnos a Mar del Plata, y justo el sábado nos íbamos de vacaciones a Punta Cana, así que terminó siendo luna de miel. Fue perfecto. Y muy íntimo, con nuestras mamás, nuestros hijos, nadie más".
"Organizó todo él, un genio. Por eso no hay fiesta, porque más que eso no podía organizar él", bromeó.
Con una sonrisa inmensa y los ojos brillantes, Sabrina combinó un piropo con un palito para su flamante marido: "Organizó todo él, un genio. Por eso no hay fiesta, porque más que eso no podía organizar él". Luego, contó cómo fue el agasajo tras la salida del Registro Civil: "Hicimos en casa, muy a los Rojas-Castro unas empanadas en familia y nada más. No fuimos ni a almorzar porque queríamos que fuera muy íntimo, y lo logramos porque en realidad lo soñamos siempre así. Siempre fantaseamos que si nos casábamos, íbamos a ir con nuestros hijos, como mucho, testigos porque hacen falta y ya. Fueron nuestras madres de testigo. Y acá estamos, me estoy yendo a Mar del Plata un mes y medio a descansar y estamos felices".
Al final, Sabrina Rojas dio los motivos por los cuales viajaba a La Feliz en avión con sus hijos Esperanza (3 años) y Fausto (1), mientras Luciano lo hacía en su camioneta: "Luciano no se fuma a los bebés en el auto cuatro o cinco horas, y como yo no me lo fumo a él cuatro horas arriba del auto, él se va en la camioneta y yo en el avión. Nos vemos allá, re contentos los dos".