A más de una década de finalizado No hay dos sin tres, el jueves por la mañana Analía Franchín lanzó una delicada acusación contra Pablo Granados, quien fuera productor y actor del ciclo humorístico de Canal 9. Al pasar, la panelista de Los Angeles de la Mañana disparó: "Un día me hizo llorar en el estacionamiento de Canal 9, te doy mi palabra. Fue el primer programa para el que tuve que tomar Rivotril todos los días para ir. Me decía 'vos tenés que agradecerme de por vida el poder actuar conmigo’. Me lo dijo porque no le gustó una escena que hice… ¡pero hacíamos Los Ricos y Mocosos!".
En diálogo con Ciudad.com, Pablo Granados le bajó el tono al asunto: "No sé qué decir al respecto, tampoco lo escuché ni lo vi. Yo sólo guardo recuerdos de buenos momentos, cenas y mucho trabajo de verdad con Analía. Con todo lo que implica el trabajo, tratar de que un programa diario salga bueno, las presiones. Siempre me acuerdo cosas muy buenas de ella. De hecho, yo he ido a su cumpleaños y ella al mío, como así compartí cumpleaños con otros integrantes".
"No sé qué puedo decir al respecto. Me parece que tiene que ver con ella, no sé si con el programa. Mi trabajo como productor también era muy duro, he tenido días buenos, otros malos. Yo digo lo que siento, aunque no sirva para hacer títulos, porque no me interesa estar en una nota por contestarle a Analía, porque la realidad es que no tengo nada malo que decir de ella. Al contrario, sólo puedo decir cosas buenas".
-Ella dijo que tomaba Rivotril todos los días para ir a trabajar con vos...
-No sé qué puedo decir al respecto. Me parece que tiene que ver con ella, no sé si con el programa. Mi trabajo como productor también era muy duro, he tenido días buenos, otros malos. Pero no sé. Yo digo lo que siento, aunque no sirva para hacer títulos, porque no me interesa estar en una nota por contestarle a Analía, porque la realidad es que no tengo nada malo que decir de ella. Al contrario, sólo puedo decir cosas buenas.
-Pero Analía te hace una acusación grave.
-Lo del Rivotril lo dijo ella, no yo. No sé qué decir.
"Lo del Rivotril lo dijo ella, no yo. No sé qué decir".
-¿Ya te habías tenido polémicas similares?
-Hay cosas que son muy privadas de cualquier trabajo. Con Pachu (Peña) trabajamos 10 años en VideoMactch con mucha presión, y también nos divertimos mucho, pero no me vayan a poner un grabador cuando estaba caliente porque me mandaban a hacer una nota a las dos de la mañana. A veces uno está con desgano o presiones que forman parte del trabajo. Yo recuerdo el laburo de todos, en Ecuador o con Martín Ciccioli cuando nos metíamos en la Villa 31 a las 4 de la mañana para hacer una nota. Uno siempre vive todo tipo de momentos y siempre trata de quedarse con lo mejor. Tengo muy buenos recuerdos de lo que he hecho. Por lo demás, tampoco tengo tan malos recuerdos. Tengo una vida más que feliz como para acordarme, no tengo nada que decir y menos de ella. Lo que sí recuerdo de Analía es que creció muchísimo laburando con nosotros porque cuando arrancó venía del palo del (periodismo de) espectáculo, y ella tuvo que ponerse al nivel. Porque estaban Freddy Villarreal, Pachu Peña, Amelia Bence, Laura Zimmer... Había que hacer una tira diaria y me acuerdo que con gran esfuerzo logró, a los dos o tres meses, estar en un programa que duró dos años y ponerse a la par de cualquier comediante. Eso me parece algo muy positivo, algo que siempre destaqué de ella. Ella nos sirvió mucho como una de las actrices del programa, era un pilar entre las chicas que había.
"En No hay dos sin tres había que hacer una tira diaria y yo me acuerdo que con gran esfuerzo logró, a los dos o tres meses, estar en un programa que duró dos años y ponerse a la par de cualquier comediante. Eso me parece algo muy positivo, algo que siempre destaqué de ella. Ella nos sirvió mucho como una de las actrices del programa, era un pilar entre las chicas que había".
-Analía también dijo: "Era personal porque me forreaba mucho con el tema de la diferencia de edad con Guillermo Coppola (su pareja de ese momento). Después terminó levantándose a una pendeja veinte años menor que él. ¡No hay que escupir nunca al cielo!".
-Ah, pero no saben lo que éramos nosotros laburando. Si nos escuchaban a Pachu o a mí... (risas). Pero eso es como cualquier laburo. No era sólo a ella, seguramente era con todos. Pachu jugaba a seducir hasta a Amelia (Bence), así son las grabaciones y programas de humor. A Analía le podríamos haber dicho "¿y Copola?". Es común, nosotros vivimos jorobando y cargando gente, porque cargamos gente desde que llegamos a Buenos Aires, tanto en cámaras ocultas como en la calle. Es muy probable que le hayamos hecho chistes peores de los que está contando, seguro. Pero no fue una crítica sino un chiste de grabación, ¡si de hecho Guillote vino a mi cumpleaños y todo! Incluso vino a grabaciones con muy buena onda, hasta el día de hoy nos cruzamos y estuve en el programa Buenos Muchachos con él, junto a Cacho Castaña.
-¿Te sorprende que de repente Analía haya hecho esta denuncia mediáticamente?
-Qué se yo. Entiendo que trabajan en programas de espectáculos y que todo eso también puede funcionar y generar que me llamen para generar una respuesta. Todo esto alimenta al mundo del espectáculo. Cuando no estoy haciendo algo, no estoy en el mundo del espectáculo, si es que no me llaman por un programa o por Ataque de risa, el proyecto como cantante solista de mi hija Mery Granados que estoy dirigiendo. Si me buscan en Google, no van a encontrar mucho, todo tiene que ver con mi laburo. Lo que haya dicho me parece natural dentro del mundo de los panelistas y lo tomo así, no me agrede en lo más mínimo. Yo no me mezclo con esos comentarios, no me gusta.
"Lo que haya dicho me parece natural dentro del mundo de los panelistas y lo tomo así, no me agrede en lo más mínimo. Yo no me mezclo con esos comentarios, no me gusta".
-¿Considerás necesario hablar con ella personalmente para arreglar el asunto?
-¿Para qué? No tengo nada malo que decir de ella. Si me la cruzo en algún lado, la saludo como a cualquier excompañero de trabajo. Ni siquiera esto que me cuentan es algo malo para mí, no va a quedar en mi cabeza como algo de mi relación con ella.