Luego del picantísimo ida y vuelta que protagonizó Zaira Nara con su hermana Wanda en Morfi, todos a la mesa, la producción del programa de Gerardo Rozín repitió el esquema de ping pong de preguntas con otra dupla explosiva: Nazarena Vélez y su hija Barbie.
En un momento, la joven le preguntó a su mamá si había dejado a alguna pareja porque no tenía onda con ella y se desató un divertido diálogo… ¡con muchas confesiones sorpresivas de Naza!
Barbie: ¿Dejaste alguna pareja porque no tenía onda conmigo?
Naza: Sí, ¡dejé! No vamos a dar nombres ahora, tardé pero le di un shot… ¡Tres dejé por vos! A uno que lo trataste de panzón.
B: A ese no lo querías, ma.
N: A ese no lo quería. Pero vos lo viste venir sin camisa y dijiste: ‘¿Aw, a ese le vas a dar un beso? Listo, no va más. Al segundo…
B: ¿Cuál?
N: El que corría la pelota.
B: Ah, ese sí.
N: A ese lo tachaste. No lo soportaba, decía que no lo saludaba.
B: No me saludaba, no sé por qué.
N: Entonces, shot en el tuje… Al tercero, no lo voy a nombrar pero sabés.
B: Sí, sí, ya está.
Rozín: ¿A alguno de los que dejaste lo amaste?
N: Sí, claro, con uno estuve casada. Fue un detonante. El que se lleve mal con Barbie, hizo que el amor se fuera por los caños.
B: Pero yo tenía razón, no fue de caprichosa.
N: Sí, yo entendí eso. Para mí siempre fue fundamental la decisión de Barbie. ¡Pará! ¡Hubo un cuarto!Hubo un cuarto, que me la ignoró. Era otro que corría la pelota, era top, internacional. Me dijo que la deje acá a la nena, con cinco años y medio, en el país porque él se iba a jugar afuera ni siquiera le di entidad de novio por eso. Llevábamos un año de relación, me dijo que la podía venir al país cada seis meses… ¿qué maestro?
Naza y Barbie no revelaron las identidades de las parejas de la actriz, pero vale recordar questuvo casada con Daniel Agostini, de quien se separó de forma conflictiva, y que estuvo en pareja con el futbolista Aldo Osorio, si bien también se la vinculó a otros jugadores como Martín Palermo y Diego Maradona. Muchas pistas… pero ningún nombre concreto para las llamativas confesiones de las Vélez.