Mauro Icardi, más allá de las críticas: "Cuando hablan de 'icardear' me río, sé que soy íntegro, un buen tipo"
El goleador y capitán del Inter se confesó ante la revista ¡Hola! Argentina junto a Wanda y su hija, Francesca, en la víspera del Día del Padre.
El origen del amor entre Wanda Nara (29) y Mauro Icardi (23) siempre estuvo bajo sospecha, ya que el rosarino era íntimo amigo de Maxi López (32) cuando compartían los vestuarios de Sampdoria. Por más que los padres de Francesca (1 año y medio) se casaron hace dos años, y nieguen que el affaire haya comenzado durante el matrimonio de la mediática con el surgido de la cantera de River Plate, la duda quedó instalada.
De visita en Argentina, donde el domingo próximo se festeja el Día del Padre, el goleador y capitán del Inter de Italia habló de su propia familia, del vínculo que forjó con Valentino (7), Constantino (6) y Benedicto (4), y se rió del verbo que se formó con su apellido. "Cuando hablan de 'icardear' me río, sé que soy íntegro, un buen tipo", aseguró.
Para los despistados, el concepto 'icardiar' refiere a aquel que cometió el pecado de desear a la mujer de su prójimo, más allá de que, en su caso, no habría influido en la crisis conyugal de su actual esposa y su otrora amigo como afirma. Maxi López y Wanda concretaron su distanciamiento definitivo en 2013, y al año siguiente la rubia se casó con Icardi.
Wanda: "Llega un punto que (el término icardear) me divierte. Me interesa que la gente que me conoce sepa de mi boca la verdad. Yo sé que Maxi y Mauro no eran mejores amigos ni mucho menos. Compartieron seis meses en un club (Sampdoria en Italia), después Mauro se mudó de ciudad, yo me separé y me vine a la Argentina. Recién ahí empezó lo nuestro".
Así, la propia Nara lanzó una carcajada respecto al término y reveló la génesis del amor: "Llega un punto que me divierte. Me interesa que la gente que me conoce sepa de mi boca la verdad. Yo sé que Maxi y Mauro no eran mejores amigos ni mucho menos. Compartieron seis meses en un club, después Mauro se mudó de ciudad, yo me separé y me vine a la Argentina. Recién ahí empezó lo nuestro".
Luego, Wanda se explayó: "Mi relación con Mauro no fue común: yo me instalé en su casa de Milán con mis tres hijos de un día para el otro. Y él nos esperó con los cuartos de los chicos armados, la cuna para Benedicto, que era un bebé, la ropa para cada uno y las placas con sus nombres en las puertas de cada habitación. Viajamos en enero y Mauro había dejado armado el árbol de Navidad para que los chicos vieran que Papá Noel se había acordado de ellos. Llegué sin nada y en un rato tuvimos todo".
Al ahondar en los presuntos rencores que les guarda López, Wanda Nara contó:"Yo siento que Maxi tiene menos odio conmigo que con Mauro. Pero no lo entiendo… Si mis hijos me dijeran que tienen buena relación con la pareja que arme Maxi me alegraría".
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