A cinco meses de sufrir un brote psicótico-místico, por el que pasó 43 días internado en la Clínica Avril, Matías Alé (38) volvió al piso de Desayuno Americano -donde trabajó como cronista y panelista varias temporadas desde 2012- para dar una nota y su reencuentro con sus excompañeros de trabajo lo embargaron de una indisimulable emoción; sentimiento que se trasladó a todos los presentes en el estudio.
"Estoy muy emocionado por el recibimiento que tuve recién, por haber entrado a este piso donde jugamos y nos divertimos tanto. Entrar al estudio 3 fue muy movilizante. Verlos a todos, desde Gaby el microfonistas hasta los cámaras que me abrazaron...", dijo Alé.
"No me vas a hacer llorar que es muy temprano", advirtió el actor en sus primeros segundos al aire, mientras recibía un afectuoso abrazo de Adrián Pallares: "Estoy muy, muy, muy contento de que estés acá. Y vi cómo todo el mundo se mataba por saludarte. La verdad es que te queremos con el alma. Acá nos preocupamos mucho por vos".
Acto seguido, saludó a todo el equipo de Pamela David y explicó el motivo de su extrema sensibilidad: "Estoy muy emocionado por el recibimiento que tuve recién, por haber entrado a este piso donde jugamos y nos divertimos tanto. Entrar al estudio 3 fue muy movilizante. Verlos a todos, desde Gaby el microfonistas hasta los cámaras que me abrazaron...", explicó Alé tratando de contener el llanto.
A su costado, lo observaba con atención y cariño Luis Novaresio, a quien también se le escapó alguna lágrima tras reencontrarse con Matías y verlo recuperado. "En mi internación, Luis ha llamado día por medio a mi vieja para saber cómo estaba yo. Fue muy emocionante. No quiero llorar porque después dicen que no estoy del todo recuperado. Pero fue muy lindo verlos. Pasé mucho tiempo acá, haciendo los pisos, haciendo los móviles. Extraño mucho Desayuno Americano", concluyó Matías, para adentrarse normalmente en la charla.