La relación entre Jorge Rial y Luis Ventura parecía inquebrantable… hasta que un día se quebró. Y los periodistas (acostumbrados a informar las novedades más picantes) se convirtieron en la noticia.
Luego de que en 2014 Ventura fuera apartado de Intrusos en medio del escándalo tras las polémicas declaraciones sobre su paternidad extramatrimonial, hace pocas semanas la relación entre ellos volvió al centro mediático cuando Luis anunció que no sería más el director de Paparazzi (propiedad de Rial y Televisa).
“Fue una decisión empresarial, a veces se necesita un cambio”, explicó Jorge sobre la abrupto alejamiento de su ¿examigo? de la publicación. Ventura, por su parte, prefirió llamarse a silencio y no ahondar en detalles sobre su partida.
Y cuando todo parecía dicho, o bien, no dicho, sorprendió el nuevo "capítulo" entre los examigos. Desde su portal ElnformanteShow.com, Luis decidió relatar en primera persona cómo fue un reciente encuentro con Rial.
"Rial y yo nos quedamos unos 5 minutos cruzados. Hablamos de cosas que nos interesaban y a lo mejor sirvió para aclarar algunos teléfonos descompuestos, algunos cuentos que no eran como nosotros los recibimos y un diálogo tranquilo y sin apuros".
En el editorial que le dedicó al cruce, el periodista contó que charlaron amablemente cinco minutos en la puerta de América y resaltó su larga historia de amistad: “Al mirar hacia adelante, por la misma vereda, y en sentido hacia mí, venía Jorge Rial. ¡Ohhh, sorpresa! El de Munro, el que conocí en las redacciones del diario “Crónica”, cenaba en las despobladas mesas de aquel “Corralón” y la misma persona con la que supe compartir tantos años de historias e historias llenas de anécdota”.
Peeero también remarcó qué diferentes los encuentra este momento de la vida: “Lo vi más elegante, ropa de marca y con otro lustre. Hoy es casi un galán de telenovela, también está más delgado. Para mi gusto demasiado delgado lo que hablaba de mucho trajín y una dieta cumplida a rajatabla. Yo por ejemplo, sigo eligiendo las mesas con tertulias y algún postre de más”, plantándose en veredas bien distintas.
A continuación, la columna completa de Ventura llamada Mi inesperado encuentro con Rial:
“Tal como suele suceder diariamente, yo venía por la calle Gorritti al 5500, en el corazón de Palermo Hollywood, para entrar a la producción de “Secretos Verdaderos” y luego cruzar al estudio de América 24 para desarrollar mi jornada de trabajo.
Al mirar hacia adelante, por la misma vereda, y en sentido hacia mí, venía Jorge Rial. ¡Ohhh, sorpresa! El de Munro, el que conocí en las redacciones del diario “Crónica”, cenaba en las despobladas mesas de aquel “Corralón” y la misma persona con la que supe compartir tantos años de historias e historias llenas de anécdotas.
"Lo vi más elegante, ropa de marca y con otro lustre. Hoy es casi un galán de telenovela, también está más delgado. Para mi gusto demasiado delgado lo que hablaba de mucho trajín y una dieta cumplida a rajatabla. Yo por ejemplo, sigo eligiendo las mesas con tertulias y algún postre de más".
Me nació acelerar mis pasos, antes de ingresar a la oficina, para saludarlo y preguntarle cómo andaba. ¿Por qué no? Tanto se escribió y especuló sobre nosotros sin que la mayoría haya sabido qué nos sucedió realmente. Hice lo que me nació de adentro y como me di cuenta que había muchas personas y más miradas pendientes de ese encuentro menor, quiero decirlo sin miedo a equivocarme. Es cierto, me crucé con Rial. ¿Está mal, está bien, alguno tiene algo que reclamarme?... Si no le debo nada a nadie ni tengo asignaturas pendientes. La vida ha pasado y sigo mirando de frente y a los ojos.
Rial y yo nos quedamos unos 5 minutos cruzados. Hablamos de cosas que nos interesaban y a lo mejor sirvió para aclarar algunos teléfonos descompuestos, algunos cuentos que no eran como nosotros los recibimos y un diálogo tranquilo y sin apuros.
Lo vi más elegante, ropa de marca y con otro lustre. Hoy es casi un galán de telenovela, también está más delgado. Para mi gusto demasiado delgado lo que hablaba de mucho trajín y una dieta cumplida a rajatabla. Yo por ejemplo, sigo eligiendo las mesas con tertulias y algún postre de más.
Ahora sí, podrán contar lo que quieran, por eso quise dejar constancia que hubo un encuentro con Rial en las inmediaciones de la empresa que hemos compartido durante 15 años. Lo que hablamos, lo que nos dijimos y lo que escuchamos sigue siendo un tema nuestro. En eso sigo eligiendo el silencio, que es el lugar y destino elegido”.