Griselda Siciliani (38) tiene una extensa carrera teatral, muy ligada a los musicales, que evidentemente le dio una "musicalidad" actoral que no todos pueden plasmar en la tele. No es fácil trasladar la magia de las tablas a la pantalla chica. Cualquiera que haya visto algunos de sus trabajos en los escenarios puede ser testigo de lo dicho. Su disciplina y encanto la elevan a un lugar que pocos alcanzan en uno de los géneros más difíciles: la comedia musical.
Tras estudiar con el MAESTRO (con mayúsculas) Hugo Midón, y perfeccionarse con varios docentes más, se destacó en la Avenida Corrientes con La Revista Nacional, Sweet Charity o Corazón idiota. También en muchas obras del off, como Tan Modositas o El Rebenque Show. Y como actriz de texto demostró todas sus herramientas en La forma de las cosas, con Fernán Mirás.
Sin embargo, no muchos pueden trasladar esa efectividad a la tele, y mucho menos en un rol protagónico. Y Educando a Nina es, sin dudas, un papel consagratorio para Siciliani. Y me quedo corto, porque en realidad son tres roles. Interpreta a Nina, una chica de barrio corista de un cantante de cumbia; a Mara, una rica hueca, caprichosa y egocéntrica; y a su vez, Nina debe reemplazar a Mara (en prisión), por lo que Nina tiene que "actuar" de Mara. Si bien el recurso de las hermanas gemelas se usó una y mil veces, la construcción quirúrgica de dos personalidades tan opuestas, sólo lo puede resolver una gran actriz. Sólo alguien con mucho oficio y formación puede desarrollar dos mundos antagónicos hasta confundir al espectador, al punto de creer que son dos personas distintas.
Por supuesto, también es necesario destacar todos los aspectos técnicos y de producción por parte de Sebastián Ortega y Pablo Culell, que logran con esta ficción otro hito popular. Además, Nina y Mara están rodeadas de eficaces personajes, con sobresalientes actuaciones de Verónica Llinás, Jorgelina Aruzzi, Enrique Liporace, Vivian El Jaber y Diego Ramos.
Seguramente muchos recordarán otros personajes importantes de la actriz, en Patito Feo, Sos mi vida, Farsantes o Para vestir santos. Pero indudablemente, la contundencia de este trabajo, donde su protagonismo es casi el 70% de la tira, la coloca a Siciliani en el podio de la mejores heroínas de nuestra ficción.