Vestida de riguroso negro, de pies a cabeza, y con un puntero de madera entre sus manos, Matilda Blanco es la fantasía de cada tarde para cualquier adorador de las dominatrices y los juegos sado. Temida por los famosos que visitan el piso de Este es el show, la asesora de imagen y productora de moda hace gala de sus conocimientos con visión implacable y exigente, la misma que despliega en los terrenos del amor y el sexo.
Para el Cuestionario Sexy de Ciudad.com, la especialista (que acaba de debutar como autora de Matilda te viste a la moda (uno de sus últimos logros que se suma a su marca de indumentaria, Magoya, su escuela y su columna en Viva la tarde por C5N), entregó respuestas filosas y contundentes como latigazos: de su pasado de chica tímida a la adolescente que acortaba su minifalda cuando el ojo paterno no vigilaba; por qué sus amigas la bautizaron como la protagonista más voraz y desinhibida de Sex & the City; una divertida anécdota de cómo sedujo a un delivery de comida vegetariana; la razón por la que "no se anda con chiquitas" y el picantísimo elogio que le han hecho los caballeros en la alcoba.
1) ¿Cómo fue tu primer beso?
-Tuve dos primeros besos. Uno fue en el patio del colegio a los 10 años cuando uno de mis compañeros en un recreo me encajó un beso. Fue un beso muy cándido, mientras que el otro fue más interesante. Tenía 15 años, estaba tratando de noviar y me lo dieron de sopetón. El chico se llamaba Francisco y recuerdo que me encantaba. El beso fue el cielo, la tierra y todo a la vez. Ese beso me enamoró más, hizo que me gustara más y que quiera otro. En esa época era bastante tímida y tampoco dejé de ser tímida, eh. Él me inspiró confianza. Ya me gustaba seducir. Bailaba clásico y eso me hacía sentír muy segura de mis movimientos, de mis piernas. Cuando era adolescente le pedía a mi mamá usar determinados colores o determinada minifalda. Mi madre tenía la colección de revistas Vogue y mi abuelo era sastre, así que tenía idea de la ropa. ¡Había prendas que no me las dejaban usar! No le gustaba la minifalda corta. ¡Mucha piel! Apenas se daban vuelta y ya no me veían, me bajaba las medias y me soltaba el pelo, como corresponde a esa edad (risas). Mi mamá siempre me cuidaba y me decía que tenía que ser recatada. Yo la miraba como diciéndole "what!?". Cuando fui creciendo pasó lo lógico, que quería seducir con todas las armas. Tenía el pelo muy largo y me lo pintaba de todos colores, y a ellos no les gustaba. Fui encontrando la forma con la mirada, la sonrisa, la actitud.
"La primera vez fue perfecta. Mi novio de ese momento tenía mucha necesidad, pero la que estaba apurada era yo (risas). ¡Estaba ansiosa porque yo quería estar con él!".
2) ¿Cómo recordás tu primera relación sexual?
-Recuerdo que me pareció todo perfecto. Mi novio de ese momento tenía mucha necesidad, pero la que estaba apurada era yo (risas). ¡Estaba ansiosa porque yo quería estar con él! Era una persona que me encantaba y estaba re enamorada. Fue en la casa de un amigo de él y se dio después de una cena. Yo tenía 16 años y estaba medio planeado porque elegimos el día en el que queríamos que pase. En ese momento no sentí un cambio, pero después de un tiempo me di cuenta que miraba a la gente de otra manera. Estaba re agrandada con mis compañeras, yo era la superada (risas). Me mataban a preguntas y yo contestaba lo que podía a esa edad. La realidad es que no sabés. Te puede parecer maravillosa, pero capaz fue la peor experiencia. Es la carga especial que tiene la primera vez. Después vinieron mejores.
"Hace mucho había un chico que me parecía súper lindo, hermosa sonrisa, buen cuerpo, alto y simpático. Era mozo en un bar. Me enteré que podías hacer pedidos y te llevaban la comida a tu casa. ¡Me estudié todos sus horarios y llamé! Así empezamos una relación que duró dos pedidos y medio. ¡Cumplí la fantasía porno del delivery! Era un restaurante vegetariano, y yo en ese tiempo todavía no lo era. En aquel momento dije 'ya está, la carne la trae él'".
3) ¿Cómo sos cuando un hombre te interesa sexualmente?
-Soy cero insegura. Mis amigas me dicen que soy Samantha de Sex and the City (risas). No tiene nada que ver el buen sexo con el amor, aunque si estás enamorada es mejor porque el amor comprende todo. Igual, ¡tuve sexo increíble con una persona que vi dos veces en la vida! Me pasa que muchos hombres me tiran lances por el WhatsApp. Tuve experiencias buenas y malas. Conocí a hombres muy hábiles para escribir o hablar por teléfono, que me comieron tanto la cabeza y, cuando me fui a encontrar, los tenés al frente y no saben ni besar. Es grave. Y hay otros que no te mueven demasiado, cero palabras, y después en la realidad todo fluye, no hay una desilusión. Hace mucho había un chico que me parecía súper lindo, hermosa sonrisa, buen cuerpo, alto y simpático. Era mozo en un bar. Después me enteré que podías hacer pedidos y te llevaban la comida a tu casa. ¡Me estudié todos sus horarios y llamé! (risas). Así empezamos una relación que duró dos pedidos y medio. ¡Cumplí la fantasía porno del delivery! Era un restaurante vegetariano, y yo en ese tiempo todavía no lo era. En aquel momento dije ”ya está, la carne la trae él”. Soy una persona que le tiene bastante miedo a las relaciones. Dejé a dos hombres en el altar, uno a 4 días de la boda, con vestido, fiesta, todo. Y el otro a un mes. Esto sucedió con dos años de diferencia (risas). En ambos casos, me di cuenta que no iba a ser feliz, porque las personas no cambian. Llamé a mi papá llorando y me dijo “si vos no te querés casar, yo te banco”, un genio.
"Para seducir me siento mejor si no estoy muy arriba, hiper producida. Cuanto más simple mejor. Un jean, unos stilettos, una campera o camisa canchera, lo más relajada posible. En la intimidad, nada de encaje, puro algodón. Muy minimalista, muy sobria".
4) ¿Cuál es el lugar más raro en el que lo hiciste y, ya que sos una especialista, cuál es tu ropa de batalla?
-Sobre el lugar, fue en un baño en una disco, re incómodo. Era una fantasía compartida con mi pareja de ese momento. Podría hacerlo en una pileta o en el mar, pero en la arena de ninguna manera se repite, es un plomo. Lo mejor es la cama, mientras más grande y cómoda, mejor. Para seducir me siento mejor si no estoy muy arriba ni hiper producida. Cuanto más simple mejor. Un jean, un stiletto, una campera o camisa canchera, lo más relajada posible. En la intimidad, nada de encaje; puro algodón, lo más Calvin Klein que se pueda. Muy minimalista, muy sobria.
"Me deserotiza en la intimidad si un hombre alardea de lo que tiene, de lo que es, de cómo hace el amor. ¡Odio al que se vende y ni te digo del que te pregunta cómo estuvo! Un hombre debe de ir a los hechos. Se da o no se da".
5) ¿Qué actitudes te erotizan a la hora de la intimidad y cuáles no?
-Me erotiza que un hombre esté todo el tiempo presente , que se haga ver de cualquier forma. Me divierte eso de “el hombre soy yo”, cero afectado. Me gustan los relajados y con actitud, que se ríen y pasan de todo, que no se enganchan con la histeria. Sexualmente me gusta que hagamos algo antes, charlemos un poco del tema, un par de palabras a ver si tenemos que ver el uno con el otro, alguien concreto. Tampoco que me pida permiso (risas). Puede estar bueno que se vista bien, pero no es lo que más me importa, más aun pensando que es a lo que me dedico y no lo necesito. Un buen jean, una camisa o una remera blanca y zapatillas o zapatos, ya estamos. Un básico. Eso sí, me importa que él guste de lo que yo hago, si bien no es toda mi vida, me dedico a la imagen y a la moda. Que mi trabajo no le parezca una grandísima tontería, porque me pasó. Pensé que lo podía rescatar o hacer que le guste y esas cosas no se pueden cambiar. Me deserotiza en la intimidad si un hombre alardea de lo que tiene, de lo que es, de cómo hace el amor. ¡Odio al que se vende y ni te digo del que te pregunta cómo estuvo! Un hombre debe de ir a los hechos. Se da o no se da.
6) ¿Has sido infiel? ¿Te ha tocado ser la engañada?
-He sido infiel pero era porque se estaba acabando lo que tenía. Entendí lo que me estaba pasando y decidí no continuar con la relación. Fueron momentos, pero cuando existe la posibilidad que haya otros, está tambaleando la relación que tenés. Necesitás separarte. Una vez creo haber dado cuenta que fui la engañada, el resto de veces no hay cómo saberlo. Detesto la idea de revisarle el teléfono a alguien, no lo hice y no lo haré. Aparte qué problema, ¿no?, porque es una tarea más en la vida. Es una locura. Si percibiera alguna cosa en él, preferiría preguntarle “¿qué onda con eso?”.
"¿Si son importantes las medidas del pene? ¡Y tampoco que venga una cosa que la tengas que buscar! (risas). Tiene que saber usarlo y si tiene una buena medida tanto mejor. No hay forma de compensar los pocos centímetros con alguna otra cosa (risas). Hay un punto en que no da. Tiene que ser realmente a tu medida, un promedio entre el largo y el ancho. Si de sexo se trata, ¡elijo una buena medida!".
7) ¿Son importantes las medidas del pene?
-Y... ¡tampoco que venga una cosa que la tengas que buscar! (risas). La verdad suma muchísimo, tiene que saber usarlo y si tiene una buena medida, tanto mejor. Tuve medidas extraordinarias y otras que daban un poco de depresión; tengo que decir que justo esa relación no progresó. No hay forma de compensar los pocos centímetros con alguna otra cosa (risas). Hay un punto en que no da. Tiene que ser realmente a tu medida, un promedio entre el largo y el ancho. Si de sexo se trata, ¡elijo una buena medida!
8) ¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor?
-No estoy en pareja. La última vez que hice el amor fue hace 2 meses con una persona que ya conocía, una cosa reincidente. Hacía un tiempo que no nos veíamos y tampoco nos volveremos a ver ¡porque ya está! No tengo una agenda de muchachos como Samantha de Sex & the City, pero es una buena idea. ¡Debería implementarla!
"Siempre me han dicho en la intimidad 'que linda boca que tenés'. ¡El resto lo ponés vos!".
9) ¿Cómo definirías un buen orgasmo?
-No se puede definir. Llego a un orgasmo absolutamente relajada, entregada, cuando está todo bien. Para satisfacer sexualmente a una mujer, un hombre no debe dar todo por sentado. Siempre debe preguntar, hablar un poco. Tampoco hagamos un programa de radio, pero tomar en cuenta al otro todo el tiempo es hacerlo sentir bien. Él no tiene que creerse una estrella de cine o un galán, y pensar que todo lo que hace está bueno.
10) ¿Qué es lo que más te han elogiado en la intimidad?
- Siempre me dicen “que linda boca que tenés”. ¡El resto lo ponés vos!