Se reconoce un apasionado de la televisión, pero quién crea que la líbido de Mariano Iúdica (45) sólo está focalizada en ese lugar, se equivoca. Casado con la coreógrafa Romina Propato y padre de cinco hijos, el conductor considera fundamental el sexo en su matrimonio y le atribuye a sus raíces árabes e italianas su lado más ardiente.
Feliz por su debut en Telefe con Laten corazones y a pleno con su programa de radio Volvé a tu casa (Radio Con Vos 89.9, 18 hs), Mariano destapó el lado osado de su personalidad: su temprano despertar sexual, el fetiche por la ropa sexy y por Gatúbela, la archivillana y objeto erótico de Batman, quien se convirtió en su infancia en la musa de todas sus fantasías.
"En mi debut sexual me agarró miedo escénico y creo que no tuve una gran actuación. Se dio en la casa de ella. Los papás se habían ido y del cagazo que tenía escuché un ruido y levanté todo, la empecé a vestir porque pensé que nos agarraba el viejo. Estaba muy asustado y tuve que cortar todo".
1) ¿Cómo fue tu primer beso? ¿Cómo fue la primera vez que te le declaraste a una chica?
-Fue jugando verdad/consecuencia en Pinamar, tenía 12 años y me tocó darme un beso con la chica que me gustaba, que se llamaba Claudina. Ella era divina y me acuerdo que cuando me acerqué para darle un beso me mandó la lengua hasta la tráquea. ¡Me mató con eso! Hace poco la encontré en Facebook, está casada, tiene tres hijos y se casó con un amigo con el que jugábamos al fútbol. Además, es militante K. La primera vez que encaré a una chica fue cuando era pendejo y se usaban mucho las tarjetas. A los 10 años le regalé a la chica que me gustaba un señalador que decía algo del amor y atrás le escribí algunas cosas. Me acerqué y le dije 'te tengo que dar esto'. Mi idea era acercarme y salir corriendo, pero al final se lo di y me banqué lo que me dijera. Me miró y le dije algo así como '¿querés ser mi novia?'. Hubo una pausa y ahí yo pensaba que se venía el no. 'Bueno, sí, pero sin darnos besos', me dijo y ahí me cagó (risas). De chico era muy toquetón, por eso me mató cuando me dijo eso.
2) ¿Cómo fue tu primera relación sexual?
-Fue con una chica de mi barrio, de Palomar, a los 14 o 15 años y fue muy lindo hasta que llegó el momento. El momento fue raro, estaba muy asustado y ella también. Todo lo que pasó hasta que nos desnudamos fue hermoso, pero cuando tuve que avanzar al final me puse torpe y no pude aplicar todo lo que había aprendido en el barrio. Me agarró miedo escénico y creo que no tuve una gran actuación. Se dio en la casa de ella. Los papás se habían ido y del cagazo que tenía escuché un ruido y levanté todo, la empecé a vestir porque pensé que nos agarraba el viejo, que se había ido a jugar al tenis. Estaba muy asustado y tuve que cortar todo. Hasta ese momento era un campeón, pero me abataté en el minuto final (risas).
3) ¿Qué fantasías pudiste cumplir y cuáles te faltan concretar?
-Todas las que tuve pude concretarlas. El lugar más loco donde lo hice fue con Romina en la vía pública, en un país extraño, a la salida de una disco en un país de oriente. Era de noche y estaba amaneciendo, estábamos en una fiesta top llena de modelos y de gente que habíamos conocido en el hotel y que nos invitaron. Estábamos solos, sin los chicos, en un plan re de novios. Y cuando pasa eso la hacemos como si tuviéramos 20 años.
4) ¿La vida familiar dificulta la intimidad en la pareja?
-No, en mi pareja el sexo es recontra frecuente. Romina sabe con quién se casó: hacemos el amor cuatro veces por semana, seguro, y lo disfrutamos muchísimo. Ella es muy gaucha conmigo. El sexo tiene mucha importancia en una pareja o por lo menos en la mía. Soy un italiano-árabe que necesita el contacto físico con su mujer, con su hembra todo el tiempo que pueda. Soy un pesado, por momentos Romina me saca de encima como si fuera un perro en celo (risas).
5) ¿Qué opinás de la masturbación? ¿La archivaste o todavía la practicás?
-Permanentemente y es algo que disfruto solo, algo muy mío. ¡Me contengo de contestar más porque no quiero darte títulos para que hagan una maldad! (risas)
" Soy un italiano-árabe que necesita el contacto físico con su mujer, con su hembra todo el tiempo que pueda. Soy un pesado, por momentos Romina me saca de encima como si fuera un perro en celo".
6) ¿Alguna vez fuiste infiel?
-Sí, cuando era chico era muy infiel. Después, cuando conocés el amor verdadero se te inhibe esa parte. Tengo una relación maravillosa con mi mujer, ella me gusta, me calienta, me divierto y cumplo todas mis fantasías con ella. Cuando quiero que se vista de una manera, voy y se lo compro. Cuando quiero que se vista súper de fiesta, se copa; o cuando tenemos que ir a un recital, me gusta que se vista para esa ocasión. Romina tiene algo conmigo que me llevó a no tener que buscar nada en otro lado que no sea con ella.
7) Mencionás la importancia de la ropa, ¿tenés un fetiche que viene por ese lado?
-Sí, pero con la ropa en general. Me copa comprarle ropa a mi mujer, comprarle zapatos, ahí sacaré mi costado de diseñador. Me gusta comprarle ropa interior y los accesorios. Ella es muy tranquila con las compras y yo todo lo contrario, soy un compulsivo total. Como nunca se compra nada, me gusta ser yo el que la vista. Juego con Romina "a la Barbie". En la intimidad la ropa interior tiene que ser impecable. Me encanta que sea de animal print, con tules, telas de todo tipo. La ropa vieja no me gusta. Es fundamental, yo creo en el poder de la ropa interior.
"De chico me mataba Gatúbela, la del Batman de los setenta, la serie que hacía Adam West. Hubo varias Gatúbelas en toda la serie, pero me gustaba la que estaba fuerte, la Gatúbela que garch… con el Bambino Veira".
8) ¿Quién era la famosa con la que fantaseabas cuando eras chico? ¿Quién te llama la atención ahora?
-De chico me mataba Gatúbela, la del Batman de los setenta, la serie que hacía Adam West. Hubo varias Gatúbelas en toda la serie, pero me gustaba la que estaba fuerte, la Gatúbela que garch… con el Bambino Veira (N. de la R: el exfutbolista contó que tuvo un encuentro con Julie Newmar, la actriz que interpretó durante dos temporadas a la villana). También Katja Alemann, que a los 14 años la vi en Cemento con una túnica trasparente que se le veían las gomas y quedé flipado mal. Yuyito González, Marisa Mondino y la Negra Romero también me encantaban. Ahora me gusta la belleza de Mónica Bellucci, Sofía Vergara, Shakira, mujeres potentes. De acá me parece una bomba Pampita y Natalia Oreiro es una diosa, mal.
9) ¿Alguna vez hiciste un trío? ¿Te genera morbo la posibilidad de llegar a concretarlo?
-De chico hice todo lo que te podés imaginar. ¡Hoy no podría plantearle eso a Romina bajó ningún punto de vista! En una playa de Paraguay me hice el gracioso con un bocadillo que tiré sobre una mina que estaba ahí y eso me valió estar dos días peleados. Mi comentario fue de esos que uno hace, a veces, en el fragor de la batalla... cosas fantasiosas para alimentar el ratón, la calentura. Estábamos en frío, en la playa, nada que ver, y mi comentario desubicado me valió estar dos días peleados.
10) ¿Pudiste encontrar el famoso punto G de la mujer?
-Sí, a los veintipico ya conocía el cuerpo de la mujer. Tuve suerte al tener algunas maestras, minas más grandes que me enseñaron, que me tuvieron mucha paciencia para ser un buen amante. La mejor forma para que un hombre lo encuentre es que la mujer hable y que él sea muy dulce y tranquilo. Con un tipo arrebatado la mujer se inhibe. Me han elogiado mucho el conocer el cuerpo de la mujer, sus tiempos y sus zonas. ¡Soy un artesano, un orfebre, un payador del sexo!