La historia de Carmen Barbieri (60) y Abdul (33) es un típico caso de amor a primera vista, mezclado con el cliché del amor platónico. Terminado su matrimonio con Santiago Bal, y abortado el romance con su ex de la adolescencia Daniel Garay, la artista ahora apuesta al reencuentro con el afgano que le endulza el oído todos los días vía WhatsApp.
"Es de Afganistán, pero vive en Dubai, donde tiene su negocio de telas. Hablamos todos los días. Es el único hombre que me manda mensajes y me pregunta qué hago, dónde estoy, cómo me siento. Todo en inglés".
Instalada en Mar del Plata, donde protagoniza Citas peligrosas en el teatro Carreras, en abril la actriz se irá de viaje por Asia junto a su amiga Melanie, una vez finalizada la temporada. "Viajo 19 horas para ir a ver a Abdul. Es de Afganistán, pero vive en Dubai, donde tiene su negocio de telas. Hablamos todos los días. Es el único hombre que me manda mensajes y me pregunta qué hago, dónde estoy, cómo me siento. Todo en inglés", le contó a la revista Pronto.
El flechazo con el asiático nació en el 2014, cuando hizo un tour similar al que hará para festejar su cumpleaños en Pekín. "Lo conocí cuando entré a su negocio a ver unas telas hermosas. Me regaló tres vestidos ese día. Como no sabe quién soy y qué hago de mi vida, mira videos en YouTube. Me llama Carmiña, porque Carmen no le sale. Es un hombre muy religioso que se quiere casar conmigo".
"Él se enoja cuando le digo que le tengo miedo. Pero es cierto porque no sé quién es en realidad. Por eso quiero verlo otra vez. Abdul no quiere que lo nuestro sea un amor platónico. Me voy a tatuar 'mi amor a la distancia' en árabe, en el pie".
A pesar de la propuesta, Carmen Barbieri se mantiene cauta: "Él se enoja cuando le digo que le tengo miedo. Pero es cierto porque no sé quién es en realidad. Por eso quiero verlo otra vez. Abdul no quiere que lo nuestro sea un amor platónico". Como muestra del cariño que siente por el afgano, Carmen confesó: "Me voy a tatuar 'mi amor a la distancia' en árabe, en el pie".