Andrea Rincón visitó Los Ángeles de la Mañana y, desde su experiencia personal, opinó sin filtros sobre la situación de María Eugenia Ritó.
Rincón contó cuánto le costó recuperarse de sus adicciones y criticó la participación de Ritó, que también lucha contra este problema, en Bailando 2017: “Creo que no debería ir. Es una piba sumamente frágil que está pasando un momento muy difícil. Siempre en el trasfondo de lo que es el consumo hay un problema emocional, hay un conflicto que se esta tapando y que hay que tratarlo. Este momento, no es el momento. Tal vez, lo sea en unos años”.
"Creo que no debería ir al Bailando. Es una piba sumamente frágil que está pasando un momento muy difícil".
Además, Andrea se mostró muy molesta con los profesionales que tratan a María Eugenia: “Y me indigno con la gente que la está tratando porque no es joda, loco. Estamos hablando de la vida de una persona que se puede morir. No está bien tratada. No deberían convocarla tampoco”.
También disparó contra quienes difundieron imágenes de la vedette durante una recaída: “Es una persona que está enferma y todos saben que está enferma, y que tiene un traspié, porque esto es una batalla que la va a tener que llevar toda su vida. Y podés llegar a tener recaídas, pero es un espiral, vos cada vez estás más afuera. Entonces, ¿sabés qué tenés que hacer cuando ves a una persona en situación de riesgo, que ya lo manifestó y lo sabe todo el mundo? Llevala a la casa, llevala a que la ayuden, no la expongas. La están explotando, estamos hablando de una persona… no es joda lo que le está pasando. El día de mañana le pasa algo y van a hacerse todos los boludos diciendo ‘ay era tan buena’ y ‘era tan buena’ pero la hubieras cuidado. ¡Me indigna!”, aseguró.
"Yo hablé con el entorno de esta chica. Hace unos años traté de acercarme. Lo que puedo hacer es decirle ‘mirá esta gente me trató a mí y me ayudó’.Me acerqué y no me dieron bola".
Cuando Nancy Pazos le preguntó si intentó acercarse a Ritó, Rincón contó: “Me siento en un lugar en el que no puedo ayudar a nadie. Me comí muchos años que era la súper chica. Por tratar de salvar al mundo quedé estampada, hecha bolsa. Nadie me salvó a mí. Hoy me salvo a mí. En mis prioridades están mis amigos y mis seres cercanos. Yo hablé con el entorno de esta chica porque nunca nadie vino a hablarme mal de ella, siempre me dijeron cosas hermosas. Hace unos años traté de acercarme. Lo que puedo hacer es decirle ‘mirá esta gente me trató a mí y me ayudó’. Más que eso no puedo hacer. Me acerqué y no me dieron bola”.