A Alexander y Charlotte Caniggia se les terminó el buen humor luego de la visita a la cancha de Boca, estadio al que fueron invitados por el estilista Fabio Cuggini.
Los hijos de Claudio Paul Caniggia, que jugó en ese club durante los noventa, se quejaron por el trato que recibieron en la Bombonera (“esto es un desastre, no aguanto más”, dijo la rubia) y se retiraron al ver que el palco supuestamente designado para ellos, ya estaba ocupado. Ni la invitación del presidente Daniel Angelici al palco presidencial les sirvió de "consuelo". Se fueron ofuscados y bajo la lluvia, echándole la culpa a Cuggini, quien se defendió esta tarde en los medios.
Antes, Fabián Esperón, jefe de prensa de los mellizos, se quejó de que había cámaras desde que los fueron a buscar al hotel, y dijo que la visita, más que un agasajo, había sido un trabajo de presencia no pago: "La organización fue un desastre", acusó en diálogo con el programa de Viviana Canosa. En ese mismo programa, el estilista dio su versión más tarde, desde un móvil. "Si aparecen las cámaras se me va de las manos. También estaban El Puma Goity y Luciano Castro en la cancha", se defendió.
"Estás invitado a una casa, tenés que contar hasta diez, tragar saliva y bancártela", dijo Cuggini sobre los hermanos Caniggia.
En la visita a la cancha también hubo problemas cuando les pidieron a los hermanos que se sacaran una foto adentro del campo de juego. El manager contó qué pasó en ese momento: "Le dije a Cuggini: 'Es un honor pisar la cancha de Boca, pero está lloviendo torrencialmente'. Además le aclaré que dónde iban los chicos, tenía que estar yo, y me dijeron que no me preocupara, que yo entraba con ellos a la cancha. Pero después se los llevaron solos”.
Cuggini explicó que la negación de entrar era del director del campo de juego. “El otro chico Piloto ya estaba colgado para saltar y yo le dije que no, que era un agasajo de los hijos para el Pájaro, y que ponía yo la cara”.
"La organización fue un desastre. Estuvieron 45 minutos dando vueltas por la cancha", acusó el jefe de prensa de Charlotte y Alexander.
La mala racha siguió cuando les pidieron que se sacaran una foto con el presidente del club. Esperón dijo: "Estamos hablando de un agasajo, no te usé para darte vueltas y ver un partido de fútbol. Entonces entramos, sacamos la foto y el presidente de Boca les dijo que se podían quedar ahí, pero Alexander dijo que no porque no se veía nada". La cosa es que para ese momento, los Caniggia ya querían sentarse. "Ya querían ir al palco porque hacía 45 minutos que estaban dando vueltas", remarcó su manager.
Finalmente, cuando lograron llegar al palco prometido... ¡estaba ocupado! Cuggini explicó: “Justo el nuestro lo habían cerrado porque pensaron que nos quedábamos en el presidencial. Había que llamar y abrirlo. No vas a sacar a la gente que ya estaba ahí”. Para ese entonces, el clan Caniggia había perdido la sonrisa: “Estuvieron durante una hora y media sacándose fotos con todo el mundo y empapados. Y después el palco estaba ocupado”.
En conclusión, Cuggini cree que sus invitados no se comportaron nada bien: “Estás invitado a una casa, tenés que contar hasta diez, tragar saliva y bancártela. Después salir y decir lo que no te gustó”. Pero Esperón no piensa lo mismo. “La organización fue un desastre”, sentenció. ¿Y los hermanitos que dirán?