Un foco, un reflector, un faro, marca que él, solito, brilla.
Luego de 28 años de trayectoria junto al trío Midachi, ahora una única luz lo alumbra. Dady Brieva, desde el año pasado hace DadyMan, monólogos de barrio, con inusitado éxito. Primero en el teatro Ópera, después en una gran gira nacional, y ahora nuevamente en la calle Corrientes (se presenta en el Astral los miércoles, jueves, viernes y sábados,a las 21; y los domingos a las 20.30).
Y es justamente allí, sentado en la platea, en la previa de una de sus funciones, que el actor charló en exclusiva con Ciudad.com.
"Desde el '88 estoy en la calle Corrientes. Ahora es distinto porque estoy solo. No viene ningún otro artista después de mí. El público viene a verme y a escuchar lo que cuento. Durante muchos años escribí un libro y también cuentos, con historias de barrio. Las fui compilando y tengo para tres monólogos de barrio más. Voy eligiendo y armando lo más autobiográfico. Pero hace más de 20 años que hago monólogos que hablan de supuestas historias personales", comienza, a modo de introducción Dady Brieva.
- Siempre contás que tus monólogos tienen algo de verdad y algo de ficción...
- Es ficcionado y no lo es. Agarro a tu tía, mi tía, a la de otro, le pongo otro nombre, y es un poco mi tía. Por ahí coincide que otro de los personajes es mi tío también. Mi abuela Josefa, más conocidoa como la abuela Cocó, y mi papá policía, por ejemplo, son de verdad. Es una exageración de una cosa que tiene una base real.
"¡Digo lo primero que se me cantan los huevos! He descubierto que me va muy bien haciendo eso y no lo quiero abandonar más".
- A través de Dadyman, en la vida y en tu cuenta de Twitter, se nota que te fuiste soltando cada vez más. Ahora decís lo que pensás abiertamente, sin tanto prurito. ¿A qué se debe?
- Los de mi generación somos bastante “culo cerrado”. Siempre soy medio reticente, sobre todo a través de Twitter, pienso “mirá si lo llegan a raptar a mi hijo”. Pero está lindo comunicarme así, lo juego como un divertimento y también coincide con mi apertura: abrirme, empezar a sentir y no caretear.
- ¿En qué se basa esta nueva "filosofía"?
- ¡Digo lo primero que se me cantan los huevos! He descubierto que me va muy bien haciendo eso y no lo quiero abandonar más. Me parece que es piola. Cuando decís la verdad, dejás en evidencia al otro, le trasladás el problema al otro. Es como si hubiese tomado varios Activia... Supongo que ya no retengo tanto y he superado el tránsito lento.
- ¿Será por esto que todos los archifamosos (Susana Giménez, Marcelo Tinelli) te quieren en sus programas?
- La gente de poder se enferma por esas cosas que no tiene. Creo que deber ser más por eso que porque signifique algo distinto para el proyecto. Hoy la televisión la disfruto como espectador.
- ¿Estás enojado con la TV?
- ¡Nooo! No estoy enojado con la TV ni loco. Pero la televisión no me necesita amí, ni yo a ella. Sigue siendo un muestrario para vender mis productos. Voy y laburo gratis a la tele para vender mis productos. A Susana o Marcelo no les cobro. Todo es para publicitar el teatro.
- ¿Pero tendrías un programa propio nuevamente?
- No me gusta, ahora no me divierte tener un programa. La televisión de El Sodero de mi vida, de Agrandadytos era otra televisión, con otro país, con otros elementos. Es muy fácil de explicar: toda la energía que tendría para un proyecto nuevo la tengo en mi familia.
- ¿Están buscando la nena con (Mariela Anchipi) La Chipi?
- Estamos buscando la nena o el arquero. Con La Chipi ya tenemos a Felipe (1 año y medio), y yo soy papá de Bruno (22) y Franco (20), así que nos falta uno para el equipo. Yo quisiera una nena. Imaginate, ya con Felipe me baboseo todo. Y con los dos más grandes (fruto de su matrimonio anterior de casi 30 años) también.
"Hoy disfruto a la TV como espectador. A Susana o Marcelo no les cobro. Todo es para publicitar el teatro".
- Ahora tus dos hijos mayores trabajan con vos, ¿cómo se llevan los tres?
- Bruno y Franco han adquirido una gran conciencia del oficio. Estamos viviendo una etapa en la que están reconociendo que me rompí el orto y he dejado salud en esto. Los he involucrado para que vean que esto no se hace “con la punta de la japi”. Lo quieren y ganan plata, estudian y se acomodan. Por ahora Bruno es un gran asistente, muy obsesivo, muy parecido a mí. Se corta los huevos cuando le falta algo.
- Hace poco le contaste a Ciudad.com que te retocaste algo de tu dentadura (N. de la r.: "Me cambié algunas carillas y me hice algunas porcelanas que me cambiaron la mordida"), ¿qué otras cosas hacés por tu imagen?
-¡Menos mal que no me levanté los huevos, sino todos estarían preguntando eso! No, fuera de joda, me hice un arreglo artesanal con un médico que me recomendó Hernán Piquín. Tenía la mordida mal. Es decir, los dientes de abajo por delante de los de arriba, se llama prognatismo eso. Ahora el médico me llevó a tener una mordida casi pareja. Y ahora todos me cargan, me gritan Luciana Salazar. Encima con la propaganda (de un conocido analgésico) me había dejado el pelo largo y hasta me preguntaban si tenía algo nuevo en el pelo... Si me preguntaban por la bufanda que uso en el aviso, les iba a decir que no es de lana, ¡es una elongación de peneana!
"¡¿Qué es metrosexual?! ¿Cuidarse? ¡No! Yo me cuido, trato de que la vejez no me venga".
- No me contestaste qué otras cosas te hiciste...
- ¡Nada de cirugías! Lipo me hice, pero no es cirugía estética eso. En la cara no me haría nada, en el cuerpo me hice todo, pero a nivel tratamientos. Desde inyectarme hormonas de crecimiento hasta... ¡todo! No he tenido problemas con hacer cosas para estar bien, me he hecho regeneración plaquetaria cuando no se lo hacía nadie. Soy bastante adelantado.
- ¿Metrosexual, quizás?
- ¡¿Qué es metrosexual?! ¿Cuidarse? ¡No! Yo me cuido, trato de que la vejez no me venga, estar arriba del escenario, echarme un polvo (sic) y no quedarme seco. Si eso es ser metrosexual... bueno, está bien, lo soy.
- Hablando de tu intimidad, ¿cómo definirías a La Chipi en tu vida?
- La Chipi es el amor de mi vida, suena tan fuerte que me da miedo darle tanto título. Me gustaría que fuera una mina más, pero ya no va a poder ser, es una cagada. Lamentablemente, es el amor de mi vida...
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