El programa Soñando por cantar provocó una noche más de emoción con el testimonio de una de las concursantes que contó que estuvo “muerta durante cinco minutos” y que volvía cantar después de ocho años sin poder hacerlo.
“Me pusieron una válvula mecánica en el corazón y una operación duró 17 horas. Tuve veinte días en coma farmacológico. Me morí, estuve cinco minutos muerta, con partida de defunción. Un cirujano se desmayó, porque éramos una gran familia. Imaginate que estuve casi un año ahí adentro”, relató Johana Sureda, de 32 años y con una hija que la miraba (y admiraba) desde el escenario.
Lo curioso de la noche es que mientras contaba su historia, la participante mencionó a Norberto Mazza, un maestro con el que también habían tomado clases Valeria Lynch y Patricia Sosa. Según se supo, era uno de esos profesores con cierta crueldad e ironía, pero con mucha pasión y gran corazón.
“Me hacía llorar cuando iba, porque se me sentaba en la espalda para que pueda abrir mi diafragma. Perdí mi registro por el tubo, pero no me importa”, contó Johana y las jurados quebraron en llanto por el recuerdo de ese maestro.
Entre otras anécdotas, Sosa -indiscutida voz argentina-, contó: “A mí me agarraba de los brazos, me sacudía, me tiraba contra el sillón y me decía que si sabía que iba a ser tan burra, me cobraba el doble”.
Luego de risas y las lágrimas entremezcladas, la concursante interpretó Perdóname, Luciano Pereyra y cuando finalizó todo el jurado se acercó a darle un gran abrazo. Por supuesto que no faltaron los halagos a su voz y sobre todo, a sus ganas de seguir adelante con la vocación.
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