En el mundo de las relaciones amorosas, además de la pareja tradicional, encontramos otras formas de relacionarnos. Anteriormente, en los especiales de TeBusco.com hablamos de la infidelidad. No obstante, también encontramos la amistad con derechos, las parejas con cama afuera, relaciones a distancia, etcétera.
En esta oportunidad, nos sumergimos en el mundo de los "amigos con derechos".
Nadie queda excluido.
Divorciados, solteros, profesionales, estudiantes: la amistad con derechos preferenciales está más expandida de lo que cualquiera podría pensar.
Se conocen mucho, o tal vez poco; pueden compartir salidas o verse con escasa frecuencia. Lo que más los une es el deseo. Es que el nuevo milenio nos lleva por tiempos más rápidos de los que podemos tolerar. Entre el trabajo, la familia, el estudio, los amigos y algún que otro pasatiempo, nos quedamos sin energías para una relación full time.
¿Complicaciones? No, gracias.
No estar comprometidos en una relación estable y tener un "amigo/a con derechos especiales", entonces, puede liberarnos de varias presiones. Si necesitamos consejos, los tenemos; si necesitamos compañía, la tenemos; si necesitamos espacio, lo tenemos. Más aún, obtenemos un plus: evitamos las diferencias, la rutina, y somos el número uno en nuestras prioridades.
Evitar tener una vida compleja no es malo. No tener tiempo para una relación seria, tampoco. ¿Quién no quisiera ser libre de complicaciones? Sin embargo, ¿cuánto tiempo podemos mantenernos en la comodidad del uno, sin necesitar las dificultades y beneficios del dos?
Sentimientos vs. Necesidades.
La necesidad de satisfacer nuestros deseos es independiente de nuestra situación sentimental.
Quienes acaban de salir de una relación, no tienen el deseo de involucrarse de lleno en una nueva pareja: las defensas todavía están bajas como para arriesgarse apresuradamente.
Por su parte, los separados recientemente están en el juego nuevamente, pero tienen una responsabilidad muy fuerte: su familia está en primer plano y no pueden desviar prematuramente su atención en una nueva relación.
Los solteros, quienes tendrían todas las de ganar, son los que más pierden. Aventurarse en una relación de amistad "con derechos" no siempre implica que las partes puedan respetar el acuerdo, y al parecer siempre uno de los dos termina buscando algo más.
¿Cuándo deja de ser algo físico y se mezclan los sentimientos?
Dividir amistad, sexo, amor y compromiso no es una tarea fácil. ¿Pero es posible?
¿No nos terminamos complicando nosotros mismos al tener una relación confusa que, eventualmente, no satisface todas nuestras necesidades?
¿Cómo reaccionamos frente al deseo de tener más con él otro? ¿Es realmente posible mantener una relación basada en la intimidad sin llegar a desear otro tipo de conexión? ¿Valen los celos en este tipo de relaciones? Muchas personas lo logran, otros pierden amigos en el intento.
El equipo de TeBusco estuvo indagando y todos parecen opinar que no es posible mantener un víncula así en forma indefinda ya que uno de los dos querrá cambiar el acuerdo.
¿Vos qué pensás?