Anoche, Raúl Lavié fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el Salón Dorado del Palacio Legislativo. El cantante logró reunir a grandes personalidades del ambiente artístico, entre las que se encontraban Mirtha Legrand y Moria Casán.
Las divas están enemistadas desde hace más de dos años. Todo comenzó cuando La Chiqui dijo al aire que Moria no debía pelearse con Antonio Gasalla. La respuesta de la protagonista de La Revista de Buenos Aires no se hizo esperar y fue durísima. "Es la menos indicada para darme consejos. A ella no hay nada que le guste más que la pelea (...) Es maltratadora, maltrata a su producción. Esta señora es una atrevida, hipócrita maleducada y una mentirosa: ¡Que se olvide de Moria Casán, mamarracho!", dijo, entre otras cosas.
Mirtha se sintió muy dolida por los dichos de Casán y a partir de ese momento se desató una guerra mediática que continúa en el presente y la reconciliación está cada vez más lejos. Por eso, para no tener problemas, los organizadores del evento decidieron ubicarlas lo más lejos posible.
Pero más allá de la distancia, la gente pudo ver el mal clima entre ellas. Cuando llegó Moria, Mirtha, que estaba a pocos metros, se fue a su asiento. La prensa estaba pendiente de este reencuentro y le preguntaron a Casán si había posibilidades de reconciliación. Ella dejó la puerta abierta.
Pero Mirtha no opinó lo mismo: “No voy a saludad a Moria. Todavía estoy muy dolida por lo que pasó y no quiero seguir hablando de este tema”, aseguró La Chiqui a los periodistas.
Ya no quedaba lugar para un encuentro y hubo otro hecho que no hizo más que profundizar la enemistad. Mientras Chiquita estaba pronunciando unas palabras, Casán miró todo el tiempo para otro lado.
¡Qué noche, Teté!