Herederos de una venganza, la tira de Pol-Ka, vive capítulos claves. Eva (Romina Ricci) llegó a Vidisterra y, a pesar de que sus días en el calabozo han quedado en el pasado, la libertad nada tiene que ver con lo que ella añoraba. Es que Eva cayó en la trampa de Octavio (Rodolfo Ranni), quien le prometió dejar la cárcel a cambio de trabajar para él. El trabajo consiste en formar parte de una red de prostitución en la que las mujeres son ferozmente maltratadas.
En Vidisterra, Eva se reencontró con Mercedes (Romina Gaetani), su vieja compañera de celda, y decide contarle la verdad. La reunión se da en un rincón alejado del pueblo. Detrás de los arbustos, Cosme (Sergio Surraco) empuña el arma y, justo en el momento en que Eva va confesarle todo a su amiga, se escucha un disparo; Mercedes cae herida. Paralelamente, Antonio (Luciano Castro) y Lucas (Marco Antonio Caponi) llegan al lugar guiados por un llamado anónimo y al ver a Mecha tendida en el suelo corren en su ayuda.