Bárbara Franco fue la 13ª participante en ingresar a Soñando por Bailar. Quizás el nombre no suene tan familiar, pero su fisionomía es probable que sea conocida por más de un televidente o lector de revistas.
La morocha de 20 años no es la primera vez que aparece en la pantalla chica: trabajó como azafata en El Último Pasajero, programa estilo Feliz Domingo que conducía Guido Kaczka, y tuvo participaciones en Animales Sueltos, Mañaneras, Sin Codificar y Chau domingo, entre otros.
Además, su escultural fisionomía le permitió mostrarse casi sin ropa en tapas de revistas como Hombre y Maxim, además de aparecer en Paparazzi y Pronto.
Pero antes de conocer las luces del espectáculos, Barbie tuvo un pasado repleto de dificultades. Según confesó en diversas notas, se crió en la Villa 21, tuvo un padre violento, amigos muertos en tiroteos y familiares que sufrieron las consecuencias de la adicción al paco. "No me lo cuestiono, fue lo que me tocó", aclaró siempre ella. Y ya que estaba en el baile, entró a bailar.