Sentados junto a "la Chiqui" estuvieron Martín Redrado, Sergio Massa, Chechu Bonelli y "Coki" Ramírez, y la presencia del primero pareció estar justificada por las preguntas que, desde hace rato, varios le querían hacer: ¿Es él Mr. Big? ¿Está saliendo con Luciana Salazar?
Todo el tiempo en el programa estuvo latente este enigma, pero recién en el último bloque, la conductora se animó a preguntárselo directamente. Antes, Coki, "haciéndole la pata" a Mirtha había lanzado "pero, ¿quién es Mr. Big?", y la señora había respondido muy segura "él", señalando al ex Presidente del Banco Central. Redrado sólo atinó a sonreír y comentar: "Nunca se confirmó que yo sea Mr. Big. Luciana es una muy buena
profesional".
Pero al llegar al último tramo del programa, "la Chiqui" finalmente le dijo: "Cuénteme señor Redrado: ¿qué pasa con Luciana Salazar?". "Vos me querés hacer fama de galán", le dijo inmediatamente el autor de "Sin reservas", evadiendo la respuesta. "Pero, ¿está enamorado o no?", le volvió a preguntar Mirtha. "Lo que quiero decir es que la mujer argentina es la más sensual e inteligente. Lamentablemente se han dicho muchas cosas
y a mí no me gusta hablar de mi vida privada", respondió él.
Y en ese momento "la señora" cambió su semblante y, visiblemente enojada por no recibir la confirmación, dijo: "Ay, ya me tienen cansada con eso de la vida privada. Falta que me diga "sólo somos amigos". ¿Quiere que le diga una cosa?, si admite el romance, va a ganar votos. Si usted supiera que a la gente le interesa la vida privada de los candidatos.".
Massa, enfrente de Redrado, intentó descomprimir la situación y dijo: "Supongo que a él le debe generar incomodidad por Ivana (su ex mujer) y por los chicos. Además, la verdad es que se merece un premio por haberse escapado".
Pero a "la Legrand" no le llegaron estas palabras y le contestó: "Ningún premio, me rebotó todo, el reloj no se lo voy a dar".
Así, como una nena caprichosa, "la señora" se enojó por no haber tenido la bomba en su programa, y se lo hizo saber al ex funcionario. Lo que no comprendió es que, el que calla como Redrado, otorga.