Año nuevo. Vida nueva. Así pasó con el Pepsi que mudó su grandilocuencia festivalera de River a un predio nuevo, ignoto meses atrás como búnker rockero: Costanera Sur. Ahí se celebró el primer día del Pepsi Music 2010 con Rage Against the Machine y Queens of the Stone Age como principales animadores.
La maraña de gente se acercaba al trote para ver a QOTSA. Claro, muchos salían de trabajar y el show dio comienzo minutos antes de lo pautado. Así y todo los fans pudieron disfrutar de un show compacto y hitero que, sin embargo, padeció falta de volumen.
La atracción principal era, claramente, Rage Against the Machine. Nunca antes en Argentina, nunca antes en la cuna del Che, nunca antes en el territorio socialmente combativo en el que basan su música anti-imperialista. Estrella roja de fondo, señal de alarma y treinta mil almas agitando la cabeza al ritmo del mosh de “Testify”.
“Bombtrack” pasó como agua en las manos mientras Tom Morello hacía las veces de DJ conectando y desconectando su viola, haciendo tapping con la palanca y dando vuelta como una media el diapasón de Arm the Homeless, su guitarra más popular.
Sin embargo, algo faltaba. Quizás era el volumen, quizás la lluvia calaba hondo en la euforia de la gente. Pero todo se transformó a partir de “Guerrilla Radio”. Más poder, más mosh, mas comunión banda público y, obviamente, mas moretones.
El resto es historia conocida para quienes conocen minimamente a la banda. No faltó ningún tema y para los bises quedó guardado lo mejor. No sin antes la nota de color de Zack De la Rocha al equivocarse de año y destacar el 1991 como la gran debacle económica del país del que se hizo eco el mundo. La intención está Zack, te bancamos. Más cuando terminas el show con “Freedom” y “Killing in the name of”. In crescendo, Rage Against the Machine rompió cabezas y dejó a todos contentos.