Angelina Jolie tuvo que entrenarse muy duro para el rodaje de la película Salt. Por eso, según contó su entrenador, la morocha realizó una dieta en la que debía comer muchas veces al día pero poca cantidad, además de entrenarse duro para acrecentar sus músculos.
La mujer de Brad Pitt tuvo que ir al gimnasio cinco veces por semana para aumentar su masa muscular aunque debió cuidarse para no bajar de peso. Además, sólo podía ingerir alcohol una vez por semana.
"Tenía que comer cinco pequeñas comidas al día y ceñirse a una dieta de 70% hidratos de carbono y 30% de proteínas", indicó el personal trainer a la revista People.
Lo cierto es que, en Salt, Angelina Jolie encarnó a una espía y tuvo que hacer escenas peligrosas que le dejaron una cicatriz. Se cortó la cara justo encima de la nariz cuando irrumpía de una vuelta carnero a través de una puerta, con un arma en la mano.