No pasó ni un mes desde que Lionel Messi jugó su último partido en el Mundial de Sudáfrica 2010, sin embargo, ya tuvo tiempo de aliviar el trago amargo de una competencia que prometía mucho y dejó poco.
Y su novia Antonella Roccuzzo resultó ser la mejor compañera para aventurarse en este plan vacacional que los llevó a descansar en Río de Janeiro, primero, y en Cancún, después.
La premisa de ambos fue hacer playa, sin prestarle atención a los flashes que los registraron con una sunga a él, y con una diminuta bikini a ella.
"Vinimos de vacaciones, el Mundial ya pasó. Ahora me voy a enfocar en el Barcelona y algunos proyectos personales", confesó el delantero.
(Revista Caras)