Abandonó el piso que ocupó mientras convivía con Marcelo Tinelli con la intención de refaccionarlo y dejarlo a nuevo. Y hoy, cuatro meses después,
regresó y se instaló en la obra ya terminada.
En la vivienda ya no está la bodega de su ex esposo y abunda el arte plástico, una disciplina que ella admira desde siempre. De hecho, para mostrarles estos cambios a sus más allegados, el sábado último decidió hacer una reunión en la que Marcelo fue el invitado de honor. Devolviendo gentilezas, al día siguiente, el conductor la invitó a un almuerzo familiar en el que también estuvieron presentes sus cuatro hijos (los dos de Paula y las hijas que tuvo con Soledad Aquino)."Con Marcelo nos queremos mucho, nos llevamos bárbaro, por suerte se dio así", contó la bailarina.
Además, fuera de estos encuentros esporádicos, la vida de Paula Robles transcurre en plenitud: hace gimnasia y toma clases de danza, acrobacia, yoga y piano, y para 2011 planea incorporarse a la ficción que Ideas del Sur prepara para El Trece, al mismo tiempo que tiene la intención de abrir su escuela de baile junto a Virginia, otra ex T´Nellys.
(Revista Pronto)