Tanto Luna Park, tanta Bombonera, que al final todo le quedó chico y Ricardo Arjona aterrizó en Harvard. ¡¿Cómo?! Sí, en plena gira por el norte, el guatemalteco fue invitado a dar una charla en la prestigiosísima universidad estadounidense, intitulada El papel del artista en promover cambios sociales y organizada por The David Rockefeller Center for Latin American Studies. Fue por una gestión del cónsul de Guatemala para Nueva Inglaterra (Harvard está en Boston), Carlos Escobedo. "Con sus letras interesantes y filosóficas, él trasciende al cantante. La idea es mostrar que un inmigrante puede ser exitoso. Así como él lo es, también es exitoso el inmigrante que corta la grama o el que lava los carros", le explicó el funcionario a Clarín. Ocurrió el martes pasado, en el Sackler Lecture Hall, un auditorio que tuvo 200 de sus 270 butacas ocupadas. Munido de unos papeles y unos anteojos que le daban aire intelectual, durante media hora Arjona dejó frases con su sello ("La apatía es la peor de las enfermedades", "Una canción no cambia a un país, pero los cambios son acompañados por canciones") y después estuvo una hora agradeciendo elogios y respondiendo preguntas del público, en su mayoría guatemaltecos o mexicanos residentes en Estados Unidos. Al final le pidieron que cantara: no hubo caso.
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