Quizás el video de Love Removal Machine sea donde mejor se aprecia la influencia de la imagen y el estilo vocal de Jim Morrison en el front man de The Cult. La forma de correr por el escenario, de agarrar el micrófono, los pantalones de cuero negro y el cinturón metálico, una camisa con volados y el pelo largo que luce Astbury en el clip, lo convierten en una especie de vampiro ácido que bien podría ser el líder de los Doors en una ojerosa escapada nocturna desde ultratumba.
Las similitudes siempre fueron evidentes, tanto que el director Oliver Stone le ofreció a Ian Astbury el papel protagónico de su película The Doors, trabajo que el músico no aceptó por no estar de acuerdo con el guión.
Pero las coincidencias entre el líder de los Doors y el de The Cult van más allá del aspecto. Como Morrison, Astbury está muy interesado en la cultura indígena americana. El músico hace referencia a los indios en la canción Horse Nation, al chamanismo en Spiritwalker y también incluyó la fotografía de un niño indio americano en la tapa del álbum Ceremony.
La apoteosis de la analogía se dió cuando Astbury recibió por segunda vez en su vida la propuesta de convertirse en Rey Lagarto y, como John Cusack en ¿Quieres ser John Malkovich?, encontró un pasadizo hacia otra identidad.