Debbie Rowe, la ex mujer de Michael Jackson, le habría declarado al diario News of the World que el cantante no era el padre de los dos hijos que tuvieron durante su matrimonio -Prince Michael I, de 12 años, y Paris, de 11- y que la identidad del verdadero progenitor es desconocida.
Jackson y la enfermera se conocieron cuando ella trabajaba como recepcionista en una clínica de Beverly Hills a la que el cantante iba por sus tratamientos cutáneos. Se casaron en 1996 en Sydney y se separaron tres años más tarde. "El estaba divorciado, solo, y quería tener hijos. Fui la única que le dijo: Yo tendré a tus hijos. Le ofrecí mi vientre: fue un regalo y lo hice para que fuera feliz. Fui a la oficina, que es como llamábamos a la clínica médica. Me fecundaron como yo lo hago con mis yeguas cuando quiero fecundarlas. Fue muy técnico; yo sólo era el recipiente. Y no era el esperma de Michael", habría dicho la mujer.
También aseguró que nunca mantuvo relaciones sexuales con el cantante. Al separarse de Jackson, Rowe renunció a la custodia de los niños. En 2003, ante las acusaciones de abuso de menores que pesaban sobre Jackson, pidió recuperarla, pero en 2006 llegó a un acuerdo con el cantante.