Britney Spears decidió gastarse 1.700 euros en papel higiénico de la marca Louis Vuitton. Según su padre, esta sólo fue una de las muchas excentricidades que le obligaron a quitarle las tarjetas de crédito.
Jamie Spears, que tiene la custodia de los bienes de la princesa del pop, denunció ante la Corte Suprema de Los Ángeles que la nena se limó cinco millones de euros en menos de un año. ¿En qué? Además del papel higiénico, por ir citando ejemplos, se compró un celular de dos mil euros, gastó 3500 en restaurantes, otros 15.000 en vestidos, 70.000 en regalos y vacaciones, diez mil en nutricionistas, coreógrafos y entrenadores... y así hasta los cinco millones. Todo en artículos de primera necesidad, obviamente.
El castigo para Britney será reducir sus gastos y renunciar a su gimnasio-Spa, valorado en unos dos millones y medio de euros. ¿Aguantará?