La dueña de uno de los mejores pares de piernas de la Argentina, Dolores Barreiro, cambió de look por un rato: con raros peinados nuevos y un "microvestido" transparente y sin hombros, posó largo rato para la lente del fotógrafo Claudio Divella, en una campaña publicitaria de productos para el cabello (Roby) que ahora también se dirige a los floggers.
Barreiro tardó varias horas en producirse en un loft de Palermo, donde modelaron cuidadosamente su cabello hasta lograr un estilo que asemejaba a la toca de los años 60. Con la marca personal de Pancho Dotto, su manager y amigo que no dejó de opinar y dar el visto bueno a la producción, la modelo cumplió su misión y volvió corriendo a casa, a donde la esperaba su marido, Matías Camisani, que se encargó de cuidar sin chistar a los tres niños: Valentino, Salvador y Milo.