Ella la estaba pasando tan bien, que poco le importó si las cámaras la perseguían durante su asistencia a la boda del productor. Debe ser por eso que Susana Giménez bebió de lo lindo y la paso tan bien el sábado pasado cuando estuvo en el casamiento de Sofovich.
Lo que seguramente no pensaba, era que las cámaras allí apostadas no la iban a dejar bien parada, porque durante los últimos días no se dejaron de emitir imágenes de ella en claro estado de... borrachera.
La rubia no paraba de hacer caras graciosas a la cámara, siempre sosteniendo una copa de finísimo vino. Además al retirarse del lugar, la engancharon justo cuando perdió el equilibrio y casi se cae.
¡Y está perfecto! Susana también tiene derecho a pasarla bien con amigos. Además, vale la pena aclarar que ella no era la conductora signada, así que tampoco se la puede tildar de irresponsable.