Fue esa clase de actuación que realmente lograba que el espectador se sintiera incómodo con cada movimiento del protagonista. Un tipo fanfarrón, con mala suerte y con un fuerte destino de perdedor asegurado. Así fue Juan Peruggia, el personaje que Gastón Pauls interpretó a lo largo de 13 capítulos inolvidables.
Y ayer llegó el final, algo que los espectadores esperaban para terminar con el misterio de un bochornoso suceso que había dejado al frustrado actor, lejos del mundo del espectáculo. Con un relato que analizaba minuciosamente los mejores finales de película, actuando a modo de hilo conductor para la resolución de la trama, el amor ganó en todos los sentidos y sin caer en el lugar común. El perdedor se quedó con su hermosa amiga, su inseparable compinche (con el que formaba un dueto impecable) formó una familia y finalmente -a los 35 años- abandonó el nido paterno.
Imposible pasar por alto la participación de grandes figuras en cada capítulo, mostrando una faceta desopilante y un real disfrute en cada escena: Mirtha Busnelli, Antonio Grimau, Roberto Carnaghi y el internacional Benicio Del Toro entre otros y para el último, la frutilla del postre: Pablo Echarri, Agustina Cherri y una Julieta Díaz noventosa en compañía de un Esteban Prol más malo que el cólera.
De este modo pasó Todos contra Juan por la pantalla de América. Una perlita que Telefe se perdió por no haberle dado aire a tiempo. Seguramente, un futuro unitario de culto. Se hará justicia...