Nuevos estudios muestran que una de las principales fuentes de ingresos en Internet no es tener un sitio para vender productos, ni la distribución de material pornográfico o tener un blog súperoriginal. La forma de hacerse rico en forma rápida en Internet es molestando a millones de personas y provocando grandes problemas en materia de seguridad: es decir, enviar correo basura o spam.
En una conferencia reciente sobre seguridad en Internet, Olof Sandstrom director de Seguridad de ARSYS, una empresa de hosting española, explicó que una de cada diez mil personas que reciben spam termina comprando el producto o servicio que se promociona. Si bien en principio la cifra parece exigua, hay que multiplicarlo por billones (según McAfee, una empersa de seguridad informática, se envían alrededor de 164 mil millones por día) y entonces se comprenderá su gran potencial.
Al igual que otros actos criminales, como la venta de droga, la trata de blancas o la venta de armas, el spam se está convirtiendo en uno de los delitos que perjudica a más gente y que promete prontas riquezas en corto plazo, sin mucha inversión.
Un nuevo estudio, realizado por la Messaging Anti-Abuse Working Group (MAAWG), indica algo similar o más grave: uno de cada seis usuarios de Internet hace clic en un mensaje de spam. Con eso, le dan al spammer la ocasión de probar que su mensaje fue leído y hacen crecer las chances de que la cantidad de mensajes basura que se envían siga creciendo.
El problema no es, por supuesto, el hecho de que la gente compre o no los productos o servicios enviados en forma indebida, sino que muchas veces esos mails pueden tener dentro código maligno que termina dañando las computadoras.
Según esta asociación, entre el 85 y el 90% de todo el correo electrónico es spam. Symantec, por su parte, sostiene que llega al 80%.
McAfee sostiene en un informe que durante 2008 se enviaron unos 62 billones mails spam. La misma empresa sostiene que la energía consumida por el envío de tanto mail basura supone una gran cantidad de emisión de gases tóxicos a la atmósfera. La misma generada por unos 3.1 millones de automóviles. Y otro dato escalofriante: un 95% de la totalidad de mail que circula diariamente en todo el mundo, es basura.
Recomendaciones
Como siempre, la principal recomendación para evitar la difusión del spam es no abrir mensajes que no fueron solicitados.
En el servicio de correo que se tenga, habilitar el filtro antispam y, manualmente, indicar cuáles mails son spam o pueden llegar a serlo.
Contar con una suite de seguridad, que incluya por supuesto una herramienta antispam es ideal.
Utilizar cuentas de correo falsas o creadas especialmente para recibir correos basura, que luego se pueden dar de baja sin problemas.
No responder a ninguna cadena de correo, muy común entre grupos de amigos o conocidos.
No responder al spam. Esto simplemente hará que el que envía sepa que esa dirección es válida, y seguirá inundando la casilla.