Las fases del acto sexual son cuatro:
1- El estímulo, que se corresponde en forma directa con el deseo
2- La carga, que equivale a la excitación y a la meseta
3- La descarga, que llega con el orgasmo
4- La recuperación, resolución, fase de bienestar.
Para poder comenzar de una forma armoniosa todas, en su totalidad, necesitan ser recorridas por completo; si nos quedamos atascados en algunas de ellas, se produce un problema.
De las cuatro fases es interesante hacer hincapié en el deseo, que corresponde a la primera parte de este ciclo, si el estímulo es siempre el mismo es posible que en cierto momento esa sensación se pierda. Si el deseo se va posiblemente las etapas que le siguen también queden truncas, o no se disfruten.
Frecuentemente, en las parejas de larga duración el deseo sexual disminuye. Las personas ya no sienten las mismas ganas de hacer el amor como en otros momentos.
Las causas pueden ser variadas:
- Disminución del placer vital en general: no solo tiene que ver con el campo sexual sino con otros ámbitos de su vida.
- Desgaste, aburrimiento y rutina: se confunden los motivos de por qué continuamos con esa persona, si es por el amor que hubo hasta hace un tiempo o si realmente seguimos enamorados.
- Problemas hormonales o de salud: pueden tener efectos sobre el deseo sexual.
- Conflictos en la comunicación: situaciones no resueltas, discusiones o desencuentros que afectan en forma directa las ganas.
- Parto reciente: cambia el objeto de la libido.
- Llegó el nº 3: Cuando aparece una tercera persona en la pareja puede que no esté de más preguntarse que buscamos en ese otro.
Entonces, es importante ver con cuál de las causas te sentís identificado para trabajar las ganas sexuales dentro de la relación y ver la forma, muchas veces con la ayuda de un especialista, de reavivarlas. Puede ser que la pareja hoy esté en otra etapa y lo que anteriormente sí funcionaba perfectamente, hoy ya no sea así.
Algunas veces al deseo hay que ayudarlo, lo importante es hablar con el otro, saber cuáles son las ausencias, qué extraña, y qué cosas le gustaría modificar. "Trabajar" de a dos para volver a ser lo que eran. Al fin y al cabo, si el deseo no murió, sólo basta con reanimarlo.
¿Perdiste alguna vez tu deseo sexual en la pareja? ¿Pudiste recuperarlo o desembocó en una posterior separación? Contános tu experiencia.
Fuente consultada: enplenitud.com