La historia que ahora conmueve a los tucumanos empezó el año pasado con un simple contacto en un fotolog de Internet. Una chica que entonces tenía 13 años conoció a un hombre de 55 y empezaron a intercambiar mensajes. El la sedujo, hubo un encuentro, la chica fue abusada y quedó embarazada. El bebé ya nació. El hombre está detenido (la Policía le tendió una trampa con ayuda de una tía de la chica) y se investiga si abusó de otras adolescentes.
Cuando lo apresaron, el acusado creía que iba a encontrarse con otra adolescente. Tenía anotados números de celulares, donde figuraban también las edades de las chicas de entre 12 y 19 años.
El detenido es un empleado público, casado y con dos hijas mayores, que usaba un carné de "profesor de Parapsicología". Negó todo y pidió una prueba de ADN.Un local desocupado, del que es dueño, fue quemado por vecinos.
Según lo que la madre de la víctima le dijo a Clarín, el 5 de este mes comenzó a sospechar que su hija podía estar embarazada. Primero la chica lo negó, pero luego se sinceró. Y llorando contó que en julio último, por Internet, conoció a un hombre mayor y tuvo un encuentro.
Los padres quisieron hallar al hombre con el nombre, dirección y lugar de trabajo que le había dado a su hija. Pero eran datos falsos.
El miércoles 8 lo denunciaron ante el fiscal de Instrucción Carlos Albaca, e intervino el Centro de Atención y Orientación de Violencia Familiar, organismo de la Policía con un equipo interdisciplinario para atender a menores.
Así se determinó que los primeros contactos virtuales entre el abusador y su víctima fueron a través de MetroFlog y Badoo, dos de las redes de Internet más populares entre los adolescentes. La primera tiene base en Buenos Aires y la otra en Londres. Brindan servicios de blogs fotográficos (o fotologs), a donde los usuarios pueden subir sus propias imágenes.
En MetroFlog, el acusado tenía una cuenta con una foto de perfil, con el torso desnudo, pero no se le veía bien la cara. Incluía direcciones de correo electrónico, número de celular y mensajes para contactar "jovencitas" y ser su "amigo" o su "padrino". Y agregaba: "Tengo lugar tranquilo y reservado para pasar momentos agradables".
Ese celular fue clave. Una tía de la víctima, de 21 años, le mandó un mensaje diciendo que tenía 14 años. El le respondió en el acto y le propuso un encuentro.
Siguió el intercambio pero ahora quien contestaba era un oficial de la Policía. Acordaron una cita en la esquina de San Martín y Marco Avellaneda. El avisó que vestiría un jean, camisa rosada y zapatillas.
Cuando cayó, entre otras cosas llevaba pastillas de un estimulante sexual y preservativos. "Iba preparado para un encuentro sexual", le dijo a Clarín la comisario inspector Rosa Salto, jefa del centro donde atendieron a la víctima.
También, dijo Salto, tenía anotaciones de números de celulares y edades. Sospechan que puede haber más víctimas del abusador, pero aún no hubo otras denuncias.
El detenido negó todas las acusaciones. Su abogado, Enrique Franco Carrizo, dijo a Clarín que su cliente "chateó con la chica", pero aseguró: "No sabía que era menor, nunca se reunió ni tuvo contacto sexual". Añadió que antes de aceptar la defensa hizo hacer un "chequeo psicológico" del acusado, y afirmó que el resultado es que "no tiene el perfil de un pedófilo".