Al menos al principio, las baterías de los teléfonos móviles pueden durar días si no se los usa, u horas al usarlos activamente. Los smartphones, que traen muchas funciones, pueden durar bastante poco si se escucha radio, se sacan fotos o se ven videos en Internet. Las notebooks recién están pasando (según las marcas y los modelos) las barreras de las 3 horas de duración, mientras que las netbooks, gracias a las nuevas pantallas OLED, son las que más prometen: entre 5 y 11 horas de duración.
Pero todavía sigue siendo impensado hacer un viaje sin un cargador a mano, incluso teniendo una batería de repuesto.
Las baterías de ion de litio, si bien mejoraron considerablemente el nivel de las baterías anteriores y son hoy un estándar en casi todos los equipos portátiles y en los autos eléctricos, tienen poca vida útil (unos 3 años), soportan un número limitado de cargas (entre 300 y 1000) y no ofrecen una duración prolongada en equipos de alta gama.
Distintas tecnologías ya se están empezando a implementar para modificar esta situación, utilizando distintos componentes:
- Tecnología DMFC (celdas de energía a metanol). Toshiba mostró en la reciente feria CES de Las Vegas un sistema de combustible de metanol directo con células. Se trata del Dynario, un cargador para darle energía a celulares, cámaras digitales y otros productos. Este sistema produce electricidad al obtener una reacción entre metanol, agua y aire. Panasonic también está desarrollando productos que aprovechen esta tecnología, pero los tendrá listo para 2012.
- Silicio. Científicos del Departamento de Ciencia e Ingeniería de la universidad de Stanford implementaron el uso de este conocido componente para prolongar la duración de las baterías recargables de ion de litio hasta unas 40 horas. Para eso utilizan la nanotecnología. Pero falta un tiempo para ver los resultados.
- Betavoltaicas. Baterías fabricadas con semiconductores y radioisótopos, que promete llevar la vida de las baterías a un nuevo nivel: unos 30 años sin recargar. Según un artículo de la revista Next Energy News, convierten de forma eficiente las partículas beta emitidas por el material radioactivo en energía eléctrica. Pero claro, no todo lo que brilla es oro: son radioactivas, y por más que estarían muy protegidas, cualquier accidente sería muy grave. Al mismo tiempo, también calientan mucho.
- Olivino Llitio Ion Fosfato (OLFP). Esta tecnología es impulsada por Sony. Se trata de un silicato de magnesio de hierro, uno de los materiales más comunes en la Tierra. Ofrecerían una vida útil de aproximadamente unos 2000 ciclos de carga-descarga. Tampoco necesitarían mucho tiempo para recargarse: alcanzaría con unos 30 minutos para conseguir el 99% de carga.
- Plata-Zinc. Podrían dar un 40 por ciento más de tiempo de funcionamiento. No utilizan líquidos inflamables como las de ión-litio. Tampoco ven reducida su capacidad durante el primer año. La contra es que utilizan plata, por lo que su precio se va a las nubes.
- Sulfuro de litio. Científicos de la Universidad de Waterloo diseñaron un prototipo de una batería que puede guardar 3 veces la energía que guardan las de iones de litio. Hasta ahora se diseñó un prototipo.
- Aire. El año pasado, el Profesor Peter Bruce de la Universidad de St Andrews, en Escocia, empezó a desarrollar una nueva batería de litio recargable que utiliza aire y que promete una capacidad de almacenamiento de energía diez veces superior a la actual. El estudio concluirá recién en 2011.
- Cuerpo humano. El efecto piezoeléctrico se llama a esta tecnología que puede convertir la vibración en energía aumentada al 100% cuando se le fabrica en un tamaño diminuto. De esa manera, el efecto de vibración o el movimiento del cuerpo humano podrían triplicar la energía disponible. Claro, la fabricación de algo que es 5.000 veces más delgado que un cabello humano tiene sus desafíos, que todavía hay que resolver.