El Ayuntamiento de Amsterdam está poniendo su atención en un acuciante problema para uno de los sectores fundamentales de la economía de la ciudad: la financiación a las prostitutas que no pueden obtener cuentas o créditos de las principales instituciones. El barrio rojo de la ciudad tiene fama en todo el mundo por las mujeres escasas de ropa expuestas en pequeños escaparates, pero pese a que la prostitución es legal, muchos bancos son reacios a tenerlas como clientas.
Dentro del ´´Proyecto 1012´´ de la ciudad para reformar el barrio De Wallen, que incluye el distrito de la prostitución, el Ayuntamiento ha recibido una petición para encontrar formas de ayudar a los propietarios de burdeles y a las trabajadoras del sexo a tener acceso a los bancos. ´´Hasta ahora, ha sido difícil para quienes trabajan en la industria del sexo conseguir crédito con los bancos. Para ellos, es un peligro no poder acceder a un crédito o a ayuda o hipotecas o cualquier cosa que ofrece un banco habitual´´, dijo un portavoz del Ayuntamiento el viernes.
El Ayuntamiento espera tener alguna conclusión al respecto en los próximos dos meses sobre lo que podría hacer para ayudar a la industria. Sin embargo, no creará o patrocinará un ´´banco sexual´´, como informó un periódico local.
´´Es más sobre que vamos a investigar y hablar con banqueros e intentar establecer un sistema en el que puedan tener un préstamo o crédito´´, dijo el portavoz. A largo plazo, según el Proyecto 1012 -que recibe el nombre del código postal del área- la ciudad estudia restringir la prostitución a unas pocas áreas muy controladas. El Ayuntamiento ya compró varios edificios que antiguamente albergaban prostíbulos y los convirtió en galerías de arte o viviendas.