El negocio de la música digital nació a fines de los años 90, cuando el formato de compresión de archivos MP3 cambió la manera de escuchar y difundir la música. Después de las siempre comentadas batallas legales, finalmente Apple puso una luz en el camino al inaugurar la tienda iTunes, que ofrece canciones para ser descargadas a un precio accesible: 99 centavos de dólar por tema. Tudo bom, todo legal.
Otros servicios ofrecen algo similar, como Napster, Amazon, CD Baby o The Track Shack.
Pero ahora un par de empresas quieren barajar todo de nuevo y volver a distribuir las cartas: Virgin Media junto a Universal proponen una tarifa plana mensual para que los usuarios se descarguen todos los archivos que quieran.
En principio, el acuerdo con la gigantesca Universal posibilitará bajar archivos o escuchar melodías en streaming de esa discográfica (que incluye artistas como Amy Winehouse o Black Eyes Peas, entre muchos otros), pero la idea de la tienda es ampliar el servicio hacia otras.
¿Dónde está el truco? No hay. Los archivos no estarán protegidos por el sistema DRM (Digital Rights Management), el sistema que impide copiar los archivos descargados, ni traen fecha de vencimiento. Es un intento por frenar la piratería, viendo el considerable éxito de iTunes y el hecho de que, por más que se logre algún fallo contra un sitio pirata (como The Pirate Bay) siempre aparecen otros.
El servicio sería lanzado para Navidad. Y si bien aún no está fijado el precio, será comparable a comprar dos álbumes por mes, según Virgin.
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