Es la hora del té con masas y la mesa está servida. Termos con infusiones varias y uno con agua, para el mate. Bandejas muy bien presentadas con galletas de vistosos colores. La anfitriona recibe a las invitadas amablemente, mientras su pequeño perrito blanco corre sin descanso entre las piernas de las recién llegadas. Si observara la escena alguien que no supiera que se trata de tres actrices famosísimas, diría simplemente que las tres señoras que prontamente se prestarán elocuentes a la charla, son puntuales, simpáticas, se llevan bárbaro entre sí y preparan ansiosas la lista de invitados a un estreno.
Es la casa de Mercedes Morán y alrededor de la mesa están ella y dos de sus compañeras de elenco: Norma Aleandro y Andrea Pietra. El tema urgente son los preparativos del debut de Agosto (Condado Osage), que será esta noche en el teatro Lola Membrives. Mientras Andrea recibe y contesta mensajitos de texto de amigos que le piden entradas para ir al estreno, Mercedes le muestra su casa a Norma, quien queda encantada por la amplitud y la luminosidad de ese cuarto piso en Retiro. "Vos no la conocías", le dice Mercedes, al mismo tiempo que justifica la presencia del can, explicando que su hija menor, Manuela, es la que insistió para que lo tuvieran.
Junto con la entrevista arranca la ronda del mate; el estilo refinado de estas mujeres lo amerita: la calabaza es de vidrio. Agosto (Condado Osage), del norteamericano Tracy Letts, dirigida por Claudio Tolcachir, fue adaptada por la propia Morán y además de este trío protagónico, actúan Lucrecia Capello, Juan Manuel Tenuta, Horacio Roca, Antonio Ugo, Eugenia Guerty, Gabo Correa, Fabián Arenillas, Julieta Zylberberg, Esteban Meloni y Mónica Lairana.
Un padre que bebe, una madre que consume pastillas y tres hermanas que ocultan secretos. Cuando la familia se reúne tras la desaparición del padre, todo explota. De eso se trata la obra -del lado oscuro de una típica familia contemporánea-, que cuenta con producción de Daniel Grinbank, actual pareja de Pietra.
"La Mecha" (como la llaman sus compañeras), toma la palabra: "Yo había leído reseñas en The New Yorker de un espectáculo, Agosto, que me llamaron mucho la atención, porque hablaban de un material especial. Después, unos amigos míos viajaron a los EE.UU.; les pedí que la fueran a ver y quedaron maravillados. Y un día, viendo la entrega de los Tony, me encuentro con que se empieza a ganar todo. En esa época grabábamos Socias (iba por El Trece); entonces, al otro día, fue el comentario mañanero de sala de maquillaje: conté de esta entrega de premios. Andrea escuchó y se lo comentó a Dani (Grinbank)", relata Mercedes, con el entusiasmo de una colegiala. Un buen material cuando cae en manos de un productor dispuesto a arriesgar (siendo un pieza para nada menos que trece actores), sigue un camino seguro hacia el estreno. Y probablemente, hacia el éxito.
Convencerlo a Grinbank no fue del todo sencillo. "Chicas, parece que está buenísima, pero trece personajes es mucho", las decepcionó el productor con su primera respuesta, según cuenta Andrea. Pero averiguando, averiguando, le llegó el dato de que era una obra diferente, que el público de Broadway "moría" cuando salía del teatro: "le picó el bichito y compró los derechos", relata su mujer.
Agosto no siguió el camino de todas las piezas que se estrenan en Broadway. "Es producto de un grupo muy prestigioso de Chicago (Steppenwolf Theatre Company); como tuvo allí una respuesta increíble de la crítica, fue a parar a Broadway con el elenco original, que no son actores conocidos", dice Mercedes, quien, cuando leyó el texto, sintió que realmente respondía a las expectativas que se había generado. Tanto las conmueve y divierte (pese a su temática profunda y dolorosa, tiene humor), que las actrices aseguran que en los ensayos, nadie se priva de ver las escenas de los otros, que atraen como un imán. "Además de su gran calidad y del drama que cuenta, tiene un suspenso que invita todo el tiempo, como las novelas policiales, a tratar de adivinar qué pasó", acota la reconocida actriz. Y ese suspenso tiene que ver con un suicidio.
La gran protagonista de la historia es la madre. "Es un personaje muy difícil, que sólo puede hacer una actriz espectacular", dice Andrea. "O la interpretaba Norma o no se hacía", sentencia Mercedes. Y Norma escucha y agradece con la mirada, mientras reclama su mate. "Me pasaron muchas cosas con el texto. Primero me resultó muy shockeante, porque últimamente, y eso que leo muchas obras por año, no encuentro este nivel que tiene Letts. Tiene una ingeniería teatral que tal vez desde Arthur Miller no vemos. Una estructura clásica muy fuerte y una profundidad increíble. A partir de una familia, toma el tema de las relaciones y profundiza en cada personalidad que aparece en el escenario. Se puede comparar con O Neill", expresa convencida Aleandro. "Te puedo asegurar que al que le gusta el teatro, le va a sorprender", agrega y dice que le agradece todos los días a Mercedes el hallazgo.
"Violeta (la madre) es una mujer casada con un poeta y profesor; tiene tres hijas y una nieta. Lleva una vida muy apartada, en su casa. Tiene una relación complicadísima con su marido, sus hijas y el mundo, y se droga con pastillas", cuenta Aleandro de su personaje. Morán interpreta a Bárbara, la hija mayor, que está casada (atraviesa una crisis matrimonial), tiene una hija adolescente y es profesora. Pietra es Eli, la hija del medio, trabaja en una escuela y tiene un gran secreto para contar. Juan Manuel Tenuta es Ramón, el padre. Guerty, la hija menor.
Mercedes, vos hiciste la adaptación del texto, ¿en qué consistió?
Mercedes: Lo hice para defender un criterio de trabajo, no por una vocación literaria. Sentía que la obra tenía una universalidad maravillosa y que había que deslocalizarla de allá, pero no había que localizarla acá. Había que subrayar esa universalidad, haciendo que transcurriera en una ciudad del interior de cualquier lugar del mundo. Sentí la necesidad de hacerme cargo. Lo hice con la ayuda de mi marido (el artista plástico Fidel Sclavo, que además es el director de arte gráfico de Agosto), que habla perfectamente el inglés. Con él desentrañamos el original y la vimos en Broadway.
¿Predomina la mirada sobre la mujer?
Mercedes: Hay personajes femeninos muy fuertes, la impronta de la madre es fuerte y deja su efecto en las tres hijas mujeres.
Norma: La primera puerta que se abre es la de las mujeres, lo que no es frecuente en el teatro de hoy. Desde Tennessee Williams, pocos autores abordan el mundo de las familias desde la mujer.
Mercedes:Es muy Bergman en ese sentido, por lo oscuro, lo bello y lo terrible del espíritu femenino. Es muy reveladora.
El tema de los secretos que esconden las familias es recurrente en el teatro.
Norma: Las familias persisten, a pesar de los cambios. Nuestra sociedad está mutando, sin lugar a dudas, pero lo familiar está permaneciendo, con modificaciones, con ciertas leyes internas diferentes para cada familia, como siempre fue. Entonces, vale la pena analizar qué pasa con el amor y la familia que son las constantes dentro de los cambios de la época. ¿Por qué subsiste algo a lo que hemos dado duramente? Y no hay familias que no tengan secretos.
Mercedes: Con las mejores intenciones, uno tapa, esconde, niega. Para no dañar, para que no te dejen de querer.
Agosto, cuyo título remite al mes preferido del padre, la figura que al desaparecer convoca el reencuentro de la familia, podría suceder en cualquier parte del mundo, "pero sí es importante que sea en verano, haga mucho calor y esté lejos de una capital", dice Norma, que insiste en la brillantez de la obra: "No hay especulación intelectual. Muestra crudamente el mundo de los sentimientos y eso la vuelve accesible, pese a ser profunda". Una propuesta teatral para quien quiera sumergirse en ese universo, llevado de la mano de un elenco prometedor.