Una nociva superstición se extendió por un pueblo vietnamita. Allí hablan de una fiebre ludópata que llevó el lugar a la ruina. Ocurre en la provincia de An Giang, al sur del país. En esa zona muchos padres obligan a sus hijos a fumar en los cementerios con la mágica creencia de que el número ganador de la lotería local aparecerá en el filtro de los cigarrillos. ¿Por qué se la agarran con los chicos?. Porque para que se cumpla el vaticinio el cigarrillo debe ser consumido "por un alma inocente".
Esta práctica es consecuencia del furor que produce el "So De", un juego de apuestas ilegal basado en los números de la lotería estatal.
Los padres llevan a sus niños, que a veces no pasan de los cinco años, a los cementerios y allí los obligan a fumar un cigarrillo para que los espíritus les revelen cuáles serán los números premiados.
La consecuencia, aparte de llevar a los niños al tabaquismo, es que muchos han tenido que vender sus casas para pagar las deudas. Se debe a que los corredores de apuestas, comenzaron a reclamar las deudas.
Fuente: 20minutos.es