El EFT o Técnica de Liberación Emocional es una práctica cuya aplicación se está expandiendo con mucho éxito tanto en el ámbito de la salud, como de la psicología e incluso de la espiritualidad. Es una técnica basada en la energía, desarrollada por Gary Craig, un ingeniero americano, de Stanford, California, en 1995, que toma herramientas de la medicina china y la psicología, condimentadas por su mirada que viene del ámbito de las ciencias. De la Medicina Tradicional China toma los puntos de acupuntura más importantes de los meridianos, y de la Psicología moderna conceptos de la psicología cognitivo-conductual y, básicamente, el concepto de trauma y emociones disfuncionales. Craig, su creador, sostiene que "la consecuencia de todas las emociones negativas es una alteración en el sistema energético del cuerpo".
El doctor Pablo Solvey, quien viene trabajando en nuestro país con esta técnica desde el año 97, está convencido de que: "Son nuestras emociones negativas no resueltas las mayores responsables de la mayoría de los dolores y enfermedades físicas. Por eso, lo efectivo de esta técnica".
La Técnica de Liberación Emocional está indicada para trabajar tanto problemas emocionales, dolores, alergias y síntomas físicos. La teoría que la sustenta es que viejas heridas emocionales están almacenadas en el cuerpo como patrones energéticos bloqueados que mantienen la perturbación. Al estimular ciertos puntos de los meridianos, que son los canales energéticos del cuerpo, se reequilibra la circulación de la energía permitiendo al sistema su autocuración. De esta manera los síntomas ceden. En términos de la neurofisiología, más afín a nuestra formación occidental, son activadas zonas del cerebro ligadas a las emociones al pensar el problema, y al percutir los puntos se inactivan dichas zonas, cediendo la perturbación en forma definitiva. El problema no retorna.
Para resolver los síntomas que presentan los pacientes, derivados de sus conflictos, creencias negativas y traumas se usa la combinación de una suave percusión en estos puntos elegidos, en cara, tórax y manos, en un orden predeterminado, acompañado de la repetición de una frase "ad hoc", relativa al tema a tratar y cuidadosamente diseñada y personalizada. Cada secuencia de EFT dura más o menos un minuto, y con cada una de ellas las emociones negativas y /o los síntomas relativos al tema van bajando su intensidad hasta desaparecer. Se van trabajando de esta manera todos los aspectos de un tema hasta eliminarlo por completo o llegar a una resolución del mismo adaptada a la realidad presente.
Según el doctor Solvey, esta es una práctica fácil de aprender y memorizar, auto aplicable, no se requiere ser profesional para aprenderla y practicarla, y se la puede realizar a personas de cualquier edad e incluso hasta en animales, y su aplicación no entraña ningún riesgo. "Su efectividad es muy alta, en personas novatas en la aplicación su efectividad es del 75% y en expertos terapeutas es del 95%. Una fobia se puede curar en una sesión de trabajo. Tiene amplísima variedad de aplicaciones, se puede usar para casi cualquier problema y se usa el mismo procedimiento básico tanto para tratar un miedo como para mejorar la performance deportiva", agrega el doctor.
Gary Craig, el creador de la técnica afirma que el EFT no es contrario a los tratamientos psicológicos sino que los complementa y los potencia. "Los terapeutas pueden obtener enormes avances en sus resultados introduciendo EFT en su práctica. En lugar de llevar meses o años de las terapias convencionales se pueden obtener rápidos resultados con esta técnica, a menudo en una o dos sesiones", dice Pablo Solvey, quien brinda seminarios de dicha técnica en Buenos Aires, el interior y exterior del país. La técnica básica se da en un día completo, y la técnica más avanzada para terapeutas dura un día más. "Ya lo había dicho Albert Einstein en los años 20: Todo (incluyendo el cuerpo) está compuesto de energía ", concluye el doctor.
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