Hay que estar en una vereda o en la otra, ésa es la cuestión. Nada de medias tintas, de posturas intermedias para quedar bien con dios y con el diablo. Por estas horas, se es Maradonista o Riquelmista, después del escandalete que sacudió la habitual modorra del fútbol doméstico.
La renuncia de Román a la Selección, obligó a que los argentinos _entendedores y también de los otros_ tomaran partido en este improvisado ring. Y ahí salieron a la luz amores locos, odios encarnizados, en un carrusel mediático que cada día entrega un nuevo y apasionante capítulo.
Riquelme, para variar, tiró la bomba y se llamó a silencio. Diego saltó como chispita, prometió cerrar la puerta y sin embargo lo sigue atendiendo sin piedad a su impensado rival de turno: "Que Riquelme no me ensucie porque tengo más vestuario que él", le espetó desde un frontal reportaje que le dio a Clarín. ¿Grondona? En su rol de presidente de la AFA, tomó partido por su técnico, pero al pasar se ofreció como mediador para acercar las partes. Todo muy revuelto, mientras los hinchas, no sólo los de Boca, dan su "folclórico veredicto" en encuestas digitales, en llamados telefónicos a las radios, en las calles y, ni hablar, en los clásicos cafés. ¿Resultados de esos sondeos? Van y vienen, aunque se equivocaron quienes pronosticaban un abrumador apoyo a Maradona.
Para que la fiesta fuera completa, no faltaron los periodistas que desnudan a gritos limpios sus preferencias en este duelo de pesados. Jugados sin pudor, proclamaron verdades absolutas que divirtieron tanto al sabiondo de la pelota como a doña Rosa. Horacio Pagani, por ejemplo, aportó lo suyo. Mítica pluma de Clarín, que en los últimos tiempos se abrió camino en la radio y en la tele. Autor de la primera nota que se le hizo a Maradona ("Un sueño de barrilete") nunca ocultó su "amor futbolero" por Román. Y hoy es su bandera de defensa. "Riquelme entiende el juego como nadie", repite, sin miedo a sufrir las represalias del 10 por excelencia. Basile, quien supo convocarlo para la Selección pese a que no jugaba en el Villarreal, es otro de los incondicionales de Román. Como también lo es Pipo Gorosito y el influyente comunicador Fernando Niembro. No olvidar, por favor, a Sergio Gendler, dueño absoluto de toda primicia Riquelmista. Tuvo "la papa" para Telenoche cuando renunciaba porque "mi mamá no aguanta las críticas" y también la tuvo ahora. Curioso caso el suyo, ayer un fiel soldado de Diego, hoy está alineado a muerte detrás de Riquelme. ¿Enfrente? Hay de todo, por supuesto. Maradonianos por convicción, como Daniel Arcucci; Maradonianos porque sí, como Víctor Hugo Morales; Maradonianos por las dudas, como Marcelo Palacios; Maradonianos por conveniencia, como el cronista Martín Arévalo... La lista es larga, muy laga...
Maradona o Riquelme. Riquelme o Maradona. Vamos, a jugarse por uno. Y que siga el show.
Debate en Foro Ciudad: La pelea del año ¿Maradona o Riquelme?