Matías tiene 16 años, es hijo único y vive con sus padres que trabajan durante todo el día. Después de volver del colegio pasa varias horas en su casa, solo, frente a la PC.
Su madre está preocupada porque hace unos días, navegando por Internet, se dio cuenta de la cantidad de sitios pornográficos que su hijo solía frecuentar.
"Realmente es algo que se nos va de las manos. Con mi marido estamos todo el día fuera de casa y Mati se la pasa en la computadora. Hablo con las madres de otros adolescentes y no es un caso aislado. Estoy muy intranquila con este tema ya que Matías lo desmiente. Creo que necesitamos un asesoramiento de un profesional", confiesa Alicia, la mamá.
El tema excede la temática pornográfica así como también las fronteras entre países. Una reciente investigación de la empresa CyberSentinel mostró que los adolescentes pasan una hora y cuarenta minutos semanales en Internet buscando y mirando contenido pornográfico, además de sitios sobre dietas, cirugías plásticas y hasta apoyo emocional.
Después de estudiar a 1.000 adolescentes, el sitio que ofrece un servicio para bloquear contenidos- reveló que la primera adicción de los jóvenes surge a partir de los videojuegos con casos extremos donde dejan de comer, dormir o ir a clases por la necesidad de seguir conectados, jugando en su PC.
Los especialistas afirman que los video games venden -al igual que la pornografía- una excitación no sexual llamada "emoción". Cuanto más se involucra la persona en su juego preferido, mayor excitación recibe a cambio. El mayor placer se obtiene al ganar en el juego.
Con respecto al desarrollo de la pornografía en las páginas Web, los menores son los más vulnerables. A diferencia de los videojuegos, el porno ofrece mil veces más contenidos en línea: es más fácil obtener fotos o videos de contenido sexual que encontrar un sitio donde descargar un juego en la red.
El 12% de las páginas Web existentes son pornográficas y del total de lo que se descarga, un 35% es pornografía. Según el estudio, la facilidad para obtenerla, su efecto excitante y el grado de vulnerabilidad psicológica, es lo que lleva a que un gran número de consumidores virtuales de "pornografía gratuita" sean los menores de edad.
Las empresas suponen un futuro promisorio: estos jóvenes cuando tengan los medios económicos en su vida adulta, comprarán sus productos.
Mientras tanto, es importante que exista comunicación entre padres e hijos y que los primeros entiendan que no es recomendable dejarlos al cuidado diario de una PC, la cual si bien es una herramienta más, los hace quedar expuestos a un mundo adulto, anticipado y a destiempo.
Tip: Una solución posible es instalar un plugin en tu navegador Firefox para que los chicos puedan navegar tranquilos. Además se espera que las nuevas versiones de varios navegadores vengan con "control paternal" incluido.
¿Te inquieta que los jóvenes sean tan vulnerables al mundo virtual manejado por adultos? ¿Cuál sería la solución según tu opinión? ¿Viviste de cerca este tipo de situaciones?