Al pobre Ronaldo lo tienen loco por sus kilos de más. El talentoso delantero, quien volvió al fútbol después de una lesión que lo tuvo inactivo durante un año, recibe un cachetazo tras otro, desde hace un tiempo largo, por su particular figura. Hasta el mismísimo presidente brasileño, Lua Da Silva, lo llamó en broma "Ronaldao" (aumentativo) y no Ronaldinho (diminutivo cariñoso).
El miércoles Ronaldo se puso por primera vez la camiseta del Corinthians, club justamente del que es hincha furioso Lula. "Corinthians está bien. Contrató a Ronaldao (sic), que casi marca un gol. Si el partido hubiera durado tres horas más, el habría logrado convertir un gol o tal vez no hubiera logrado jugar tres horas más", dijo Lula en un acto en Cabo Frío, Río de Janeiro.
Ya otras veces Lula se había referido irónicamente a los kilos de más del delantero. Frontal, a veces lengua larga, también en otro momento se las agarró con los jugadores del seleccionado de su país y, fundamentalmente, con el técnico Dunga.
Ronaldo ingresó a los 22 del segundo tiempo del duelo por la Copa de Brasil que Corinthians ganó 2-0 al Itumbiara. "Sufrí mucho este año que quedé afuera de la cancha, muchas cosas pasaron y tuve que pensar mucho hasta esta vuelta", indicó tras su esperado retorno el dos veces mejor jugador del mundo FIFA, bicampeón mundial (1994 y 2002).
Reconoció, claro, que aún no está en forma plena pero espera igual poder jugar el domingo próximo el clásico caliente por el Campeonato Paulista, frente al líder Palmeiras.